Estrés: cómo afecta el funcionamiento del cerebro, según la neurociencia

El estrés no tratado a tiempo puede abrir la puerta a diversas enfermedades neurológicas y psiquiátricas

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Cuando una persona atraviesa una
Cuando una persona atraviesa una situación de estrés, el cerebro libera hormonas como el cortisol y la adrenalina, que preparan al organismo para responder ante una amenaza (Imagen Ilustrativa Infobae)

El estrés se ha convertido en uno de los problemas de salud más comunes en la actualidad. En el Perú, según datos del Ministerio de Salud (Minsa), cerca del 70 % de la población ha experimentado episodios de estrés en el último año, relacionados con el trabajo, los estudios, la economía o los problemas familiares. Asimismo, el Seguro Social de Salud (EsSalud) advierte que el estrés prolongado no solo afecta la salud física, como el sistema cardiovascular o el sistema inmunológico, sino que también impacta de manera profunda en la salud mental y cerebral, generando consecuencias que muchas veces pasan desapercibidas.

Cuando hablamos de estrés, solemos pensar en cansancio, insomnio o dolor de cabeza, pero tal vez de lo que menos se hable es de la forma en que este estado altera el funcionamiento del cerebro. La neurociencia ha demostrado que el estrés crónico puede modificar estructuras cerebrales, afectar la memoria, la capacidad de concentración y aumentar el riesgo de enfermedades neurológicas y psiquiátricas.

Estrés: de qué manera afecta el funcionamiento del cerebro

El cerebro es el principal centro de mando del cuerpo humano y responde a los cambios emocionales y físicos de nuestro entorno. Cuando una persona atraviesa una situación de estrés, el cerebro activa el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal (HHA), liberando hormonas como el cortisol y la adrenalina, que preparan al organismo para responder ante una amenaza.

El estrés crónico reduce el
El estrés crónico reduce el tamaño del hipocampo y dificulta la formación de nuevos recuerdos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Si este proceso ocurre de manera ocasional, puede ser beneficioso. Sin embargo, cuando el estrés se vuelve constante, el exceso de cortisol deteriora el funcionamiento de áreas específicas del cerebro, entre ellas:

  • Hipocampo: responsable de la memoria y el aprendizaje. El estrés crónico reduce su tamaño y dificulta la formación de nuevos recuerdos.
  • Amígdala: encargada de regular las emociones. Bajo estrés constante, se hiperactiva, generando mayor ansiedad, irritabilidad y reacciones exageradas.
  • Corteza prefrontal: relacionada con la toma de decisiones, el autocontrol y la concentración. El estrés disminuye su actividad, afectando la capacidad de pensar con claridad y resolver problemas.

De esta forma, el estrés altera funciones tan básicas como recordar, concentrarse, controlar las emociones o planificar tareas cotidianas.

Qué enfermedades puede causar el estrés

El estrés no tratado a tiempo puede abrir la puerta a diversas enfermedades neurológicas y psiquiátricas. Según EsSalud, los cuadros de estrés crónico están asociados a un mayor riesgo de:

  • Depresión y ansiedad: debido a los cambios en la amígdala y la corteza prefrontal, el cerebro se vuelve más vulnerable a los trastornos del estado de ánimo.
  • Trastornos del sueño: la sobreproducción de cortisol interfiere en la regulación del ciclo sueño-vigilia, generando insomnio y fatiga crónica.
  • Deterioro cognitivo: el daño en el hipocampo puede provocar pérdida de memoria y dificultades de concentración.
  • Enfermedad de Alzheimer: el estrés prolongado acelera los procesos neurodegenerativos vinculados con esta enfermedad.
  • Accidentes cerebrovasculares: el estrés constante aumenta la presión arterial y el riesgo de derrames cerebrales.
La neurociencia ha demostrado que
La neurociencia ha demostrado que el estrés crónico puede modificar estructuras cerebrales, afectar la memoria, la capacidad de concentración (Imagen Ilustrativa Infobae)

Estas consecuencias demuestran que el estrés no solo es un problema emocional, sino un factor que compromete de manera seria la salud cerebral y la calidad de vida.

Quiénes tienen más riesgo de sufrir estrés

Aunque cualquier persona puede experimentar estrés, existen grupos más vulnerables. Entre ellos se encuentran:

  • Trabajadores con alta carga laboral: especialmente quienes tienen jornadas largas, bajo reconocimiento o ambientes de trabajo tóxicos.
  • Estudiantes: la presión académica, los exámenes y la exigencia del entorno pueden generar estrés intenso desde edades tempranas.
  • Mujeres: diversos estudios muestran que ellas reportan mayores niveles de estrés debido a la carga laboral combinada con responsabilidades familiares y sociales.
  • Adultos mayores: los problemas de salud, la soledad o las limitaciones físicas incrementan la posibilidad de estrés.
  • Personas con antecedentes de problemas de salud mental: quienes han sufrido depresión o ansiedad son más propensos a que el estrés afecte gravemente su cerebro.