
Originaria de regiones tropicales de Asia, la albahaca es una de las hierbas más apreciadas en la gastronomía mediterránea, donde se emplea fresca en salsas, ensaladas y guisos. Más allá de su uso culinario, investigaciones han demostrado que posee compuestos con propiedades antioxidantes, digestivas, antiinflamatorias y expectorantes. Por ello, además de realzar el sabor de los platos, puede ser incorporada en preparaciones caseras que buscan aliviar distintos malestares.
Su consumo no solo aporta sabor a los alimentos, sino que también ofrece efectos terapéuticos que pueden complementar hábitos saludables. Se puede preparar en infusiones, añadir a salsas como el pesto o integrar en ensaladas, aprovechando sus aceites esenciales para obtener beneficios digestivos y respiratorios. Especialistas recomiendan incorporarla de manera moderada y, cuando se busca un efecto medicinal específico, bajo supervisión profesional.
Aliada de la digestión
Uno de los beneficios más conocidos de la albahaca es su aporte al sistema digestivo. Según información proporcionada por Agencia Andina, sus aceites esenciales ayudan a disminuir la indigestión, reducen la acumulación de gases y alivian cólicos, convirtiéndose en un recurso natural tras comidas copiosas. Además, favorece un tránsito intestinal más equilibrado y una mejor absorción de nutrientes.

Consumida en infusión o fresca en diversos platos, la albahaca ha sido utilizada durante siglos para prevenir molestias estomacales como el reflujo. Su incorporación regular en la dieta permite mantener la sensación de alivio y bienestar tras las comidas, reforzando su papel como hierba terapéutica de uso cotidiano.
Acción antiinflamatoria
El eugenol presente en la albahaca otorga propiedades antiinflamatorias que favorecen la relajación de los vasos sanguíneos y ayudan a mantener la presión arterial en niveles adecuados. Por ello, se considera un complemento natural en la prevención de problemas cardiovasculares.
Además, según el medio ya mencionado, sus efectos antiinflamatorios se extienden a otros tejidos, contribuyendo a reducir molestias musculares y tensiones localizadas. La incorporación de esta hierba en la dieta puede sumar beneficios significativos al organismo, complementando hábitos saludables y promoviendo el bienestar general.
Rica en antioxidantes

La albahaca contiene flavonoides, taninos y saponinas, compuestos con propiedades antioxidantes que protegen las células del daño producido por los radicales libres. Esta acción contribuye a prevenir el envejecimiento prematuro y fortalece el sistema inmunológico.
Incorporarla en ensaladas, salsas o infusiones permite aprovechar estas propiedades de manera sencilla. Los antioxidantes presentes en la hierba aromática actúan como un escudo natural frente a agentes externos que generan estrés oxidativo, lo que refuerza su valor como planta saludable y versátil.
Efecto expectorante
Durante los meses fríos, la albahaca se convierte en un recurso natural para aliviar la tos y la congestión. Sus aceites esenciales relajan los músculos bronquiales, facilitando la respiración y la eliminación de flemas.
Consumida en infusión caliente, sola o combinada con miel y limón, esta hierba ofrece un alivio inmediato frente a irritaciones de garganta y resfriados. Su uso en remedios caseros refleja la combinación de tradición culinaria y beneficios terapéuticos que la convierten en un ingrediente indispensable tanto en la cocina como en la salud diaria.