Según el último pronunciamiento del INPE, Chávez Chino se negó a recibir atención médica y a suspender su protesta, pese a que un doctor del centro le advirtió que en tres días podría fallecer.
La alerta del médico coincide con lo ocurrido en otros prisioneros que adoptaron esta forma extrema de protesta, explicó el doctor Marco Almerí, especialista en salud pública. Precisó que, tras tres días sin alimentos ni líquidos, el cuerpo experimenta síntomas graves y, conforme avanzan los días, los daños pueden volverse irreversibles si no recibe atención oportuna.

Así avanza el daño en el cuerpo
Durante los dos primeros días, el cuerpo enfrenta una fuerte sensación de sed, acompañada de dolores de cabeza, mareos, baja presión y un intenso apetito.
“El día uno y el día dos lo que sienten las personas es bastante sed, muy intensa, mucho apetito y tienen mareos, cefalea, o sea, dolor de cabeza y la presión baja. Eso es el día uno y el día dos. El día tres y el día cuatro, que sería el caso de Betssy Chávez, lo que presentan es una deshidratación de tipo severa. Hay un daño renal agudo”, explicó Almerí en entrevista con Exitosa.

El panorama es aún más grave entre el quinto y sexto día. En ese punto, el sistema cardiovascular entra en colapso: el corazón pierde fuerza y volumen para bombear sangre de forma adecuada, lo que desencadena fallas en los riñones, el hígado y el cerebro. La persona puede experimentar confusión mental, alteraciones neurológicas y un deterioro de todo el organismo que compromete seriamente la vida.
Huelga de hambre seca en prisioneros internacionales
A partir del séptimo día, el riesgo de muerte se vuelve inminente. Experiencias internacionales —desde huelgas de hambre en prisiones de Ucrania, Colombia y Guantánamo— muestran que nadie ha logrado sobrevivir más allá de ese límite sin intervención médica. Incluso quienes fueron rehidratados y alimentados tras un colapso presentaron secuelas permanentes en órganos vitales.
En Ucrania, en 2016, la piloto Nadiya Savchenko tuvo que ser hospitalizada al cuarto día, con ictericia y taquicardia, porque perdió la conciencia. En Colombia, en los años 90, militantes de las FARC hicieron huelga de hambre seca que solo duró seis días. Y en Guantánamo, presos políticos murieron desde el quinto día por arritmias fatales.

Finalmente, el doctor señaló que en el caso de Betssy Chávez solo se puede intervenir si ella entra en estado de inconsciencia y un familiar lo autoriza.
“No se puede hacer nada, salvo que la paciente entre en un estado de inconsciencia, que si esto continúa, podría ocurrir mañana u hoy día mismo. La familia tendría que autorizar hidratarla inmediatamente vía endovenosa, igual también una sonda nasogástrica para dar una alimentación, para tratar de recuperarla”, puntualizó.



