
En los últimos meses, distintas tripulaciones pusieron a prueba su resistencia y determinación en travesías oceánicas que parecen imposibles. Desde Perú partieron varias embarcaciones con destino a mares lejanos, desafiando tormentas, equipos defectuosos y una soledad que solo el océano sabe imponer. La magnitud de estos recorridos convierte cada historia en un testimonio de voluntad y capacidad humana.
Cada jornada de remo se traduce en horas interminables, movimientos repetidos y una concentración absoluta. A miles de kilómetros de tierra firme, los tripulantes deben improvisar soluciones, lidiar con averías y enfrentar las fuerzas de la naturaleza sin más compañía que sus propios pensamientos. En este escenario, Perú se convirtió en punto de partida para varias de estas expediciones que hoy captan la atención internacional.
Los protagonistas narran sus experiencias con una mezcla de alivio y asombro. Sus voces, enviadas en mensajes desde altamar, describen la crudeza del océano y el ingenio requerido para mantenerse en ruta. Algunas historias revelan episodios de riesgo extremo, otras resaltan la solidaridad entre compañeros de bote y también los gestos de apoyo que llegan desde tierra firme.
De Perú a Australia: la ruta de “Seas the Day”

La dupla británica conformada por Jess Rowe y Miriam Payne inició su desafío desde Perú con destino a Australia. El arranque no fue sencillo: en abril debieron detenerse por la rotura del timón y retomaron la navegación semanas después. Una vez de vuelta en el mar, enfrentaron otro obstáculo: baterías defectuosas que redujeron al mínimo el sistema eléctrico.
El problema los obligó a usar un desalinizador de emergencia, hasta que el filtro se rompió. Payne encontró una salida inesperada: “Con uno de mis pares de ropa interior fabriqué un filtro casero y logramos seguir”, contó. El 23 de julio celebraron haber alcanzado la mitad del trayecto, 6.500 kilómetros recorridos. Aunque inicialmente pensaban llegar a Sídney, cambiaron su destino a Brisbane y luego, por pronósticos de vientos en contra, modificaron de nuevo la meta hacia Cairns, atravesando la Gran Barrera de Coral.
Los MacLean y una noche de terror
Los hermanos Jamie, Ewan y Lachlan MacLean también partieron desde Perú rumbo a Australia, en un recorrido de 14.000 kilómetros. El 19 de agosto celebraron un logro simbólico al ingresar oficialmente en aguas australianas tras cuatro meses de remo.
La travesía incluyó momentos de gran peligro. A finales de julio, fuertes vientos provocaron tres vuelcos. En uno de ellos, una ola de siete metros lanzó a Lachlan al agua. “Estaba a merced del mar”, relató, mientras su hermano Jamie lo subía al bote con la cuerda de seguridad. El mal tiempo los obligó a permanecer anclados por días, sin poder avanzar.
Pese a las dificultades, recibieron mensajes de aliento de figuras como Mark Wahlberg y Ewan McGregor. Ahora les restan 1.200 kilómetros para completar su recorrido.
Padre e hijo contra el Pacífico
En otra travesía, el estadounidense Tim Crockett y su hijo Harrison completaron la ruta entre California y Hawái en 47 días. Querían terminar en 45, pero un timón automático roto y el mar agitado ralentizaron sus avances. En los últimos días, Tim decidió saltar al agua para limpiar percebes del casco y ganar velocidad.
“Este océano fue implacable. A pesar de ser una ruta más corta, terminó siendo mucho más dura que mi experiencia en el Atlántico”, confesó Tim al llegar a destino.
La vuelta al mundo de Louis Margot

El suizo Louis Margot busca dar la vuelta al planeta combinando remo y bicicleta. Tras pedalear desde Suiza hasta Portugal, cruzó a remo hasta Colombia y luego avanzó en bicicleta hasta Perú. Desde allí emprendió su segundo recorrido a remo hacia Indonesia.
En julio alcanzó un tercio del Pacífico y celebró con una pequeña cerveza, aunque los problemas técnicos no tardaron en aparecer. Dos de sus paneles solares dejaron de funcionar y su brújula electrónica empezó a fallar. Aun así, Margot continúa avanzando entre islas del Pacífico, rumbo al mar de Bismarck y Papúa Nueva Guinea.
Desafíos en otros mares
Más allá del Pacífico, otras tripulaciones completaron sus retos en diferentes océanos. El grupo Ocean Revival, desde Australia a Kenia, luchó contra olas que los volcaron y los dejaron con heridas y el equipo destruido. En paralelo, la embarcación Indomable sorprendió al remar en reversa tras perder su timón y finalmente logró tocar tierra en Tanzania.
En aguas británicas, las tormentas del verano obligaron a dos equipos a suspender sus intentos de circunnavegar Gran Bretaña. Y en el Ártico, un cuarteto estadounidense acortó en cinco días el récord de travesía entre Tromsø y Longyearbyen, completando los 1.000 kilómetros en apenas diez jornadas.



