La conversación entre Regina Alcóver y Fernando Díaz se convirtió en uno de los momentos más íntimos y reveladores de la reciente entrevista emitida por el canal de podcast del periodista. Con la naturalidad que siempre la ha caracterizado, la actriz y madre del cantautor Gian Marco Zignago habló sobre los episodios más sensibles de su relación con él, dejando entrever la complejidad de los lazos familiares cuando las separaciones y las decisiones de vida marcan el rumbo de los afectos.
Todo empezó cuando el periodista recordó el tiempo en el que, tras la separación del cantante, él habría vuelto a vivir con su madre. Con cautela, Regina matizó esa versión y aclaró lo que para ella significó aquel momento.
“Yo creo que él se refiere a volver a tener esa comunicación y conexión con su madre, porque desgraciadamente, a veces la vida hace, o la otra pareja hace, que uno no esté tan cerca. Al volver a ser libre, uno es más libre para decidir dónde quiere estar en la vida, con quién y con quiénes”, explicó.

Díaz no dudó en preguntarle sobre la relación que mantuvo con la expareja del cantautor, Claudia Moro. En ese punto, Alcóver fue directa y transparente: “No, no, no, no, para nada. Yo con Claudia no tenía ni un sí ni un no, jamás. Nos reíamos porque Gianmarco me decía: ‘Oye, ¿y cuándo vas a la casa?’. Pero no, nunca me metí en la vida de ellos. Jamás. Si alguna vez lo hice fue porque me consultaron algo, pero nunca de manera personal. Creo que ese es el peor error que puede cometer una mamá”.
Con esa afirmación, Regina dejó claro que su postura siempre fue la de mantener distancia frente a las decisiones de pareja de su hijo, consciente de que involucrarse podría generar conflictos innecesarios. Incluso reconoció que es posible que la percibieran como alguien “demasiado libre de pensamiento”, lo cual, según ella, pudo haber generado incomodidad en el entorno de Claudia.
Sin embargo, lo más significativo de su respuesta fue la gratitud con la que habló de la madre de sus nietos: “Es la madre de tus nietos, estoy agradecida y en mi altar está ella, oro por ella siempre. No tengo ningún problema con ella”.

En otro momento, Fernando Díaz abordó un tema aún más delicado: la distancia que en algún momento marcó la relación entre madre e hijo. Regina no esquivó la pregunta y recordó una etapa especialmente significativa en la adolescencia de Gianmarco.
“Cuando tenía catorce años. Fueron decisiones de él. Yo quise que él estuviera conmigo, pero si en un momento decide quedarse a vivir con su papá, ¿qué puedes hacer? ¿Lo jalamos de un lado para otro? No. Porque mira, le dije…”, relató con serenidad, aceptando que esas elecciones, aunque dolorosas, formaban parte del crecimiento de su hijo.
La conversación mostró a una madre que aprendió a respetar la libertad de su hijo, incluso cuando eso significaba tomar distancia de ella. Para Regina, la vida ha sido siempre una especie de hoja al viento, como ella misma definió su espíritu libre y aventurero. Ese mismo rasgo lo reconoce en Gianmarco, quien en diferentes momentos también ha tomado decisiones difíciles en busca de su propio camino.
