La Dirección Regional de Salud de Áncash (DIRESA) confirmó la detección de metales tóxicos en el suelo de la Institución Educativa César Vallejo, ubicada en el distrito de Chacas, provincia de Asunción. El hallazgo, realizado en febrero de 2025 por el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), reveló la presencia de arsénico, cadmio, mercurio y plomo en las áreas residuales del plantel escolar. El informe advierte que estos contaminantes pueden poner en riesgo la vida y el desarrollo de los estudiantes y profesores.
Acciones preventivas y atenciones a la comunidad educativa
Tras la confirmación del OEFA, la DIRESA, a través de la Coordinación Regional de Metales Pesados, desplegó un conjunto de intervenciones destinadas a evaluar y proteger la salud de la comunidad escolar. Hasta la fecha, 13 niños, 16 adolescentes y 8 docentes recibieron atención integral, sumando un total de 37 atenciones realizadas. Además, con apoyo del Centro Nacional de Salud Ocupacional y Protección del Ambiente para la Salud (Censopas), equipos técnicos aplicaron pruebas para detección de arsénico en 20 miembros de la comunidad educativa.

Las autoridades sanitarias señalaron la necesidad de un monitoreo permanente tras el inicio de las acciones. El equipo técnico de Salud Ambiental informó sobre la verificación de la calidad del agua destinada al consumo humano en la localidad de Viscas - Jambón, zona donde opera la escuela. Las mediciones, efectuadas durante el 21 y 22 de julio de 2025, indicaron que los niveles de metales pesados presentes en el agua no superan los parámetros permitidos por los Estándares de Calidad. Sin embargo, se registró una deficiencia en los niveles de cloro residual, lo que representa un potencial riesgo sanitario para los pobladores y estudiantes que dependen de esa fuente.
Riesgos de la exposición a metales pesados en menores
La exposición a arsénico, cadmio, mercurio y plomo implica serias consecuencias para la salud, especialmente en niñas, niños y adolescentes. El contacto con arsénico puede interferir con el desarrollo cognitivo y causa daños neurológicos; el cadmio contribuye a deterioro renal y problemas óseos; el mercurio afecta el sistema nervioso y el plomo provoca retrasos en el aprendizaje, alteraciones de conducta y anemia. Estos efectos son más intensos y persistentes en menores, debido a su proceso de desarrollo físico y neurológico.

Especialistas en salud ambiental consideran que la contaminación del suelo y la persistencia de estos elementos pueden originar cuadros de intoxicación aguda o crónica. En los niños y adolescentes, la exposición repetida puede desencadenar problemas conductuales, disminución en el rendimiento escolar y enfermedades crónicas que afectan la calidad de vida a largo plazo.
Próximos pasos y vigilancia ambiental
La evidencia recabada por el OEFA impulsa ahora la exigencia de determinar el origen específico de los contaminantes detectados en el suelo. Para ello, se ha solicitado la intervención del Instituto Geológico Minero y Metalúrgico (Ingemmet), que desarrollará un estudio especializado destinado a identificar las fuentes y características del fenómeno.

Por su parte, la DIRESA Áncash ratificó su compromiso de sostener el monitoreo sanitario, la vigilancia ambiental y la atención a los afectados. Las acciones incluyen controles periódicos en la escuela y apoyo técnico para la mitigación de riesgos a la salud pública.