La madrugada de hoy domingo 17 de agosto, un nuevo episodio de violencia sacudió el distrito de Carabayllo en Lima. Un bus de la empresa Huandoy fue objeto de un atentado al detonarse un artefacto explosivo en la parte trasera de la unidad cuando se encontraba en el último paradero, en el sector de Torreblanca, kilómetro treinta de la avenida Túpac Amaru. El ataque no dejó víctimas, pero generó temor y alarma entre los pasajeros.
Detalles del ataque y primeras investigaciones
El ataque se produjo cuando el bus, ya detenido en su paradero final, recibió a un grupo de pasajeros que descendieron pocos instantes antes de la detonación. El estallido destrozó las lunas y provocó un hueco considerable en la parte posterior del vehículo, forzando la evacuación inmediata de los ocupantes restantes. Según el personal de la Policía Nacional del Perú (PNP), la Unidad de Desactivación de Explosivos (UDEX) intervino de inmediato, revisó la unidad y trasladó el vehículo a la cochera de la empresa para continuar las diligencias.
Las imágenes captadas por cámaras de videovigilancia en las inmediaciones se convertirán en pruebas fundamentales para esclarecer cómo se introdujo el explosivo en el bus. De acuerdo con las primeras hipótesis policiales, un falso pasajero habría colocado el artefacto antes de descender, tras lo cual ocurrió la explosión. Un reporte policial sostiene que la emergencia no arrojó heridos ni víctimas mortales, aunque los daños materiales en la unidad fueron considerables.

Antecedentes y preocupación entre los trabajadores
El atentado de hoy representa el segundo incidente grave contra la empresa Huandoy en apenas un año. En agosto de 2024, un trabajador de la misma compañía fue asesinado por presuntos extorsionadores vinculados a un sujeto identificado como alias El Monstruo. Estos hechos mantienen en alerta a los empleados, quienes enfrentan una atmósfera de inseguridad en su entorno laboral.
A pesar del impacto emocional, los trabajadores de la empresa optaron por no emitir declaraciones públicas. Varias personas consultadas señalaron de forma extraoficial su preocupación y la percepciónde un riesgo permanente que enfrentan al desempeñar su trabajo, aunque manifestaron que no planean suspender las labores cotidianas. Una fuente de la planta señaló, de manera reservada, que el temor se acrecienta ante la repetición de ataques, pero el sustento diario obliga a continuar con las operaciones previstas.

Lineamientos policiales y contexto en Carabayllo
El ataque ocurrido en el sector de Torreblanca revive el clima de inseguridad en las rutas de transporte público en norte de Lima. La PNP y el personal especializado en explosivos llevaron a cabo un operativo en la escena, y mantienen resguardada la zona de la cochera para desarrollar peritajes orientados a identificar a los responsables.
En declaraciones extraoficiales tras el incidente, testigos internos aseguraron que estos ataques constituyen una amenaza constante para las empresas de transporte, sobre todo en la modalidad de extorsiones. De acuerdo con registros policiales, Carabayllo ya registró intentos previos de atentados con explosivos en buses, y el último caso, de similares características, dejó tres personas heridas en agosto de ese año.
El bus siniestrado permanece en la cochera de Huandoy, con su parte posterior casi destruida. El proceso de investigación se concentra ahora en analizar los videos de vigilancia y obtener información de los pasajeros presentes durante el ataque, con la finalidad de esclarecer la identidad del autor material y los móviles detrás del atentado.