
Las bodegas son parte inseparable de la vida cotidiana en el Perú. No solo cumplen la función de abastecer a millones de familias con productos esenciales, sino que también representan una importante fuente de empleo y una puerta abierta para el emprendimiento.
De acuerdo con cifras del Ministerio de la Producción (Produce), existen más de 380 mil bodegas formales en todo el país, mientras que la Asociación de Bodegueros del Perú estima que la cifra real supera las 500 mil en operación. Este número convierte a las bodegas en uno de los formatos de negocio más presentes y arraigados en la economía nacional.
La preferencia de los consumidores confirma su vigencia. Según el informe State of Grocery LATAM 2024 de la consultora McKinsey, el 72 % de los peruanos continúa realizando sus compras en bodegas, priorizándolas frente a supermercados o tiendas virtuales. Este respaldo obliga a los emprendedores a buscar nuevas estrategias de gestión que les permitan competir en un mercado cada vez más dinámico.
Capacitación para mantenerse vigente

Ante este escenario, surge el programa gratuito Mejorando Mi Bodega, una iniciativa de Industrias San Miguel (ISM) que ha capacitado a más de 70 mil bodegueros en todo el Perú. Su objetivo es brindar herramientas prácticas en áreas como administración, atención al cliente y marketing digital, con un formato renovado que incluye acceso a contenidos en una plataforma web y en TikTok, facilitando su consulta desde cualquier dispositivo.
Claves para fortalecer un negocio
El equipo de expertos de Mejorando Mi Bodega recomienda a los emprendedores cinco acciones inmediatas para optimizar su gestión y potenciar las ventas:
- Organizar el punto de venta. Mantener el local limpio, iluminado y con productos estratégicamente ubicados —los de mayor rotación siempre a la vista— incrementa la probabilidad de compra.
- Conocer al cliente. Identificar los hábitos de consumo y horarios más frecuentes permite ajustar el inventario, evitando tanto quiebres como excedentes.
- Aplicar promociones simples. Descuentos pequeños, combos y regalos por compras mínimas ayudan a fidelizar al consumidor sin comprometer la rentabilidad.
- Aprovechar el canal digital. Las redes sociales y aplicaciones de mensajería como WhatsApp son una herramienta clave para atraer y retener clientes, incluso más efectiva que la publicidad física tradicional.
- Capacitarse de forma continua. La actualización constante en temas de finanzas, tendencias de consumo e innovación es esencial para adaptarse a los cambios del mercado.
Con este tipo de iniciativas, las bodegas no solo mantienen su papel central en la vida diaria de los peruanos, sino que también se preparan para enfrentar los retos de la competencia moderna, sin perder su esencia como negocios de cercanía y confianza en cada barrio del país.
Las bodegas son líderes del retail en Perú
En el mercado peruano, las bodegas siguen liderando el comercio minorista, concentrando el 72 % de las compras según el informe State of Grocery Latam 2024. Su cercanía a la comunidad, el trato personalizado y el abastecimiento de más del 80 % de productos de origen nacional las convierten en un pilar para la economía local y un apoyo directo a micro y pequeños empresarios.

Aunque enfrentan la creciente presencia de supermercados y discounters —estos últimos con un 62 % de penetración en 2023—, las bodegas mantienen su relevancia gracias a su capacidad de adaptación. La búsqueda de precios bajos y conveniencia, impulsada por la caída del 25 % en el poder adquisitivo desde 2020, también ha fortalecido el crecimiento de marcas privadas, cuyas ventas aumentaron 133 % en los últimos cinco años.
El comercio digital, pese a llegar al 30 % de los hogares, retrocedió 8 % entre 2022 y 2023 debido a limitaciones logísticas y a la preferencia del 65 % de los consumidores por el pago en efectivo.
En este escenario, las bodegas y los canales modernos no solo compiten, sino que pueden complementarse. Mientras las primeras seguirán atrayendo a consumidores populares por su cercanía y confianza, los formatos modernos conquistarán a quienes priorizan conveniencia y precios competitivos. La clave estará en equilibrar innovación y tradición para adaptarse a un consumidor cada vez más exigente.