
Más de 16 mil estudiantes de Lima y Callao comenzaron a recibir desayunos calientes y preparados en sus propias escuelas, tras el lanzamiento del piloto 'Desayuno en mi cole' en 62 instituciones públicas. El Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) implementó este modelo como respuesta a fallas persistentes en la alimentación escolar regular, marcadas por los antecedentes de los programas Qali Warma y Wasi Mikuna. Ambos esquemas, desactivados tras diversos escándalos relacionados con irregularidades en la compra, distribución y control sanitario, habían centrado la provisión en productos envasados y cadenas logísticas externas al espacio escolar.
La primera jornada del nuevo piloto se realizó en la Institución Educativa Nº 667 “Rayitos de Luz”, en Manchay, Pachacámac. Desde que comenzó la semana, los pasillos se ven marcados por el movimiento del personal en las cocinas recién equipadas, el olor a avena caliente y la presencia de docentes y madres de familia que colaboran en la entrega de alimentos.
El menú, consistente en preparaciones como avena con manzana, pan con lomo de pollo y fruta fresca, plantea una diferencia fundamental frente al modelo anterior de desayunos industrializados, que llegaban a los estudiantes en envases individuales y con frecuencia no se consumían de inmediato.

Objetivo: mejorar la nutrición y recuperar la confianza
El Midis señala que el propósito central de “Desayuno en mi cole” es asegurar el consumo inmediato y mejorar el valor nutricional de los alimentos que recibe el estudiantado, estrategia impulsada por la ministra Leslie Urteaga. La medida también busca establecer hábitos alimenticios más saludables desde la infancia y rescatar la confianza de la comunidad educativa, erosionada tras años de denuncias y falta de controles efectivos en programas anteriores.
El cambio de modelo operativo ha supuesto la instalación de cocinas y almacenes apropiados, una tarea ejecutada por Foncodes mediante una inversión cercana a 20 millones de soles. Hasta el momento, se han implementado 200 cocinas escolares en Lima y Callao, lo que abre la puerta a una posible ampliación del programa a otras escuelas si los resultados son satisfactorios.
Participación activa de la comunidad educativa
Un aspecto destacado es la participación activa de la comunidad educativa en la supervisión y dinámica diaria del programa. Madres de familia y cuidadores, junto con el personal escolar, observan de primera mano la preparación y el consumo de los desayunos.
El proceso garantiza la preparación diaria de los alimentos por personal capacitado, bajo supervisión sanitaria directa de Digesa y con compra de insumos a proveedores certificados, que se encargan también de la limpieza y desinfección de ambientes y utensilios.

Camino hacia el nuevo Programa de Alimentación Escolar
El Midis anunció que, en las próximas semanas, se aprobará un Decreto Supremo para crear el nuevo Programa de Alimentación Escolar (PAE), que dará un marco legal y operativo formal a este tipo de intervenciones, adaptadas a la diversidad geográfica y cultural del país. Paralelamente, pilotos de alimentación caliente en departamentos como Piura, Cusco y Ayacucho avanzan en coordinación con el Programa Mundial de Alimentos, explorando alternativas para la preparación comunitaria y el uso de insumos locales.
En términos numéricos, el alcance del PAE sobrepasa los 4,2 millones de escolares a nivel nacional. Sin embargo, tras la desactivación de Qali Warma y Wasi Mikuna, el Midis reconoce la necesidad de restaurar la confianza y elevar los estándares de calidad para contribuir efectivamente a la reducción de problemas como la anemia, la desnutrición crónica y la obesidad en la niñez peruana.

La ministra Urteaga, quien supervisó en los últimos días el trabajo en las instituciones educativas 668 “Roxanita Castro” y 656 “Mi Pequeño Mundo” en Pachacámac, reiteró que la prioridad es mantener la vigilancia y la evaluación continua del piloto para garantizar procesos seguros y resultados sostenibles.
El despliegue del programa en las primeras semanas marca un cambio tangible para las escuelas públicas de Lima y Callao, mientras las autoridades analizan la posibilidad de replicar el modelo en otras regiones del país.
