El alcalde de Ate, Franco Vidal, vivió un tenso momento durante una visita a Moquegua, cuando acudió a un restaurante de comida marina para almorzar. La tranquilidad se rompió cuando un grupo de sus seguidores llegó al lugar, provocando daños en la puerta de vidrio templado del local. El hecho generó un fuerte reclamo por parte de la dueña, quien exigió el pago inmediato por la rotura.
El incidente, registrado en video y difundido en redes sociales, muestra a la autoridad municipal negándose a cancelar los S/ 2 mil que le solicitaban como compensación. Según su versión, él no fue responsable directo del daño y consideró que la cifra pedida era excesiva, asegurando que el costo real del arreglo no superaría los S/ 500.
Altercado en pleno almuerzo
El episodio ocurrió mientras Vidal se encontraba acompañado por su equipo en un salón del restaurante. Afuera, decenas de personas se aglomeraron para verlo y saludarlo. En medio de la presión por ingresar, la puerta principal cedió y se quebró, lo que provocó la molestia inmediata de la propietaria.
En las imágenes se escucha a la empresaria reclamar que su establecimiento es de acceso público y que el desperfecto debía ser cubierto en su totalidad. El alcalde le respondió que había solicitado un ambiente privado y que no era justo que le imputaran un gasto por un daño causado por terceros.
Reclamo por el monto del arreglo
La propietaria del local indicó que reemplazar la puerta costaría S/ 2 mil, cifra que justificó por tratarse de vidrio templado. El burgomaestre replicó que el valor era menor y que solo estaba dispuesto a pagar S/ 500, monto que, según dijo, se ajustaba al precio de mercado.
Durante el intercambio, la mujer reiteró que su negocio había sufrido una pérdida y que debía recuperarla. Vidal insistió en que él no la rompió y que su presencia en el local no debía ser motivo para que se le atribuyera un gasto injustificado.
Registro del intercambio verbal
En la grabación, el alcalde sostiene que pidió un espacio separado y que los asistentes que dañaron la puerta no estaban bajo su control. “No la he roto yo. Está bien, pero no vas a cobrar 2 mil soles”, expresó. La dueña replicó que su local estaba abierto al público y que el desperfecto debía ser asumido por quien generó la convocatoria de personas.
El tono de la conversación fue subiendo de intensidad mientras otras personas intentaban mediar. En un momento, Vidal señaló que evaluaría cómo hacer el pago, aunque reiteró que no abonaría la cantidad solicitada.
La difusión del video generó reacciones divididas. Algunos usuarios respaldaron a la dueña del negocio, argumentando que los daños debían ser pagados sin importar quién los causó directamente. Otros defendieron al alcalde, afirmando que la cifra pedida no correspondía al valor real de la reparación.
