En el Perú, más del 60%. de la población se identifica como católica, de acuerdo con cifras del Instituto de Estudios Peruanos. Entre sus prácticas más reconocibles está la señal de la cruz, presente al inicio de oraciones, al ingresar a templos o en situaciones consideradas significativas. A pesar de su uso extendido, no todos conocen su origen, su significado y las diferencias con gestos similares.
La señal de la cruz forma parte de la tradición litúrgica y cultural del cristianismo. A lo largo del tiempo ha mantenido un sentido simbólico específico que la Iglesia ha transmitido en distintas formas, con ligeras variaciones entre las ramas oriental y occidental.
El sacerdote Pierre Martínez, en su cuenta de Tiktok Criterio Cristiano, explica que este gesto tiene un significado particular dentro de la fe católica y que sus formas y sentidos actuales provienen de una tradición desarrollada durante siglos.

¿Por qué la señal de la cruz se hace de la frente al pecho?
El Padre Martínez explicó que la señal de la cruz une cielo y tierra en un solo movimiento. “La señal de la cruz se hace de la frente al pecho. Esto significa que Cristo nuestro Señor, que es Dios del cielo, ha venido a la tierra, se ha encarnado”. Añadió que el trazo de izquierda a derecha recuerda que “Cristo venció a la muerte” y se sienta “a la derecha del Padre”.
En las tradiciones orientales, el movimiento también subraya que el Padre, como principio sin principio, inicia la señal que culmina con Cristo encarnado. Aunque la ejecución externa pueda variar, el sentido profundo permanece idéntico: manifestar la fe en la Trinidad y en la obra de salvación.
¿Cómo colocar la mano para hacer la señal de la cruz?
En la antigüedad, incluso en el rito latino, se unían tres dedos para simbolizar a la Trinidad y se recogían los otros dos dentro de la mano, como signo de la doble naturaleza de Cristo: humana y divina. “Posteriormente la Iglesia del Rito Latino ha ido cambiando estas cosas y no necesariamente la hacemos así”, explicó el sacerdote.
Basta colocar la mano sobre la frente, el pecho, el hombro izquierdo y luego el derecho para realizarla correctamente. Martínez resalta que este signo nos conecta con el bautismo, ya que al decir “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo” se recuerda la fórmula bautismal y el inicio de la vida cristiana.
Por otro lado, el gesto de besar los dedos al final, al momento de decir “amén”, no forma parte obligatoria del rito. “No está prescrito, pero se puede hacer por piedad popular. No hay ningún problema con eso”, afirmó el Padre Martínez. La Iglesia busca que la señal de la cruz sea un signo cristiano que acompañe la vida del creyente y que inspire sus actos cotidianos.
¿Cuál es la diferencia entre persignarse y santiguarse?
En el uso común, se llama santiguarse a la señal grande de la cruz, mientras que persignarse se refiere al signo más breve que se traza en la frente, la boca y el pecho.

“Lo hacemos principalmente cuando en la liturgia vamos a proclamar el Evangelio para que en nuestra cabeza, en nuestra boca y en nuestro corazón esté el Evangelio de Jesús”, precisó el sacerdote.
Esta segunda forma también aparece en oraciones devocionales como el rezo del Santo Rosario o en otros actos de piedad, marcando un momento especial de recogimiento espiritual.
¿La cruz invertida es un símbolo satánico o cristiano?
Contrario a lo que muchos creen, la cruz invertida no nació como un símbolo satánico. “San Pedro, cuando murió, no quería morir como Jesucristo y por humildad hizo que lo crucificaran boca abajo. Por tanto, la cruz invertida no es la cruz de Satanás”, explicó Martínez.
El sacerdote aclaró que recién en el siglo XIX, a raíz de un texto de corte gnóstico, se empezó a vincular este signo con el anticristo. Para la Iglesia, la cruz invertida sigue siendo un emblema de San Pedro y de su martirio, sin relación con cultos contrarios al cristianismo.