Juan Santivañez, socio de BKR Santivañez: “Hay que enseñar desde la escuela por qué se tributa y el daño que hace la informalidad a la economía”

ENTREVISTA. El especialista advierte que programas como el Régimen Temporal del Impuesto a la Renta pueden incentivar la formalización, pero alerta sobre el riesgo de un uso reiterado que socave el sistema fiscal a todo nivel y genere una cultura de incumplimiento sin retorno

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El tributarista Juan Santivañez aclara que el nuevo Régimen Temporal del Impuesto a la Renta, promovido desde la Sunat, ofrece multas y una tasa de interés reducidas.

El pago de impuestos en el Perú enfrenta retos estructurales que van más allá del simple cumplimiento de una obligación fiscal. Juan Santivañez, tributarista y socio de BKR Santiváñez, señala que la estructura de la recaudación presenta una presión tributaria en torno al 16%, una cifra considerada baja en comparación con otros países de la región. Este contexto da lugar a debates sobre la efectividad de medidas temporales como el Régimen Temporal del Impuesto a la Renta (IR).

Santivañez explica que existen posturas encontradas respecto a estos incentivos. Por un lado, algunos contribuyentes que cumplen con sus obligaciones pueden percibir estos regímenes especiales como una forma de premiar el incumplimiento, lo cual puede desalentar el pago puntual de impuestos. Surge así la preocupación de que se fomente la expectativa de futuros beneficios para quienes no cumplen, en lugar de fortalecer una cultura de cumplimiento.

¿De qué se trató esta norma, y hacia quiénes estaba orientada?

Esto es para personas naturales que no han declarado ingresos. Ellos hasta diciembre de 2024 tuvieron opción de ponerse a derecho para reconocer los ingresos no declarados pagados hasta 2022 para acogerse, con una tasa de renta del 10%. En personas naturales hay un principio de capacidad contributiva: el que más gana, la tasa es mayor, la tasa empieza en 8% y puede llegar hasta 29,5%. Una persona que, de repente, llega a pagar 29,5% al acogerse a este régimen, va a pagar solamente 10%. Y también tiene multas y una tasa de interés reducidas.

Entonces, va enfocado a que uno sienta me conviene hacerlo. Me pongo a derecho porque así transparento mis ingresos y soy sujeto de crédito bancario, por ejemplo, porque ya tengo ingresos sustentados. No es primera vez que se hace. Hace años, hubo toda una campaña con la repatriación de dinero, antes de la pandemia. La gente que había ganado plata sobre todo de afuera tenía la oportunidad para que se sincere aplicando una tasa igual diferenciada hacia abajo.

¿Y si ganabas poco?

Si ganabas poco, posiblemente no hayas tenido que tributar. Estarías en tasa cero. Acá recuerden que las personas naturales tributan siempre y cuando sus ingresos anuales superen las 7 UIT. Así está regulado. Entonces el que gana menos de 7 UIT al año no tiene nada que declarar porque no hay impuesto por pagar.

¿Acogerse era sencillo?

La norma publicó un par de formularios que había que llenar. En realidad, mi opinión es que básicamente ya es un tema de voluntad de la persona en hacerlo. No tengo el dato de cuánta gente se haya afiliado o cuánto se ha recaudado realmente con esta disposición, pero no era complicado hacerlo. No había que ser tributarista para llenar ese formulario, hay que poner tus datos y poner pues cuánto dinero haces o has obtenido de ingresos, y sobre eso la misma plataforma te va llevando, es amigable. De repente no es muy popular lo que voy a decir, pero la Sunat en ciertos aspectos es más amigable que hace muchos años. Entonces, la excusa de decir que la Sunat es complicada, pues ya no es tanto así. Se están digitalizando bastante, ya todo es virtual.

Donde sí sigue medio complicado es con su fiscalización, las revisiones que hace a veces las personas que vienen a revisar que pareciera que tienen que encontrar algo como sea y te preguntan y piden demasiadas cosas que al contribuyente sí lo pueden afectar. Vienen con la pierna en alto y siempre algo te van a encontrar. Y por ahí creo que sí hay algo que mejorar.

El tributarista Juan Santivañez explica que el Estado no debe promover una cultura de incumplimiento fiscal, pero tampoco se debe descuidar las políticas para ampliar la base tributaria.

El problema de pagar impuestos en el Perú desde la mirada de un tributarista

Ahora, con un mercado que mantiene una presión de alrededor de 16%, ¿este tipo de medidas son positivas?

Es una buena pregunta. Es difícil de tener una sola posición al respecto. ¿Por qué? Porque, por ejemplo, yo podría decirte: no es justo. Yo sí pago, pues, 29,5% de renta o lo que toque oportunamente y luego viene el incumplido y le dan beneficios. Alguien podría decir que es como premiar el incumplimiento, “mejor me espero a que mañana salga otra norma y pago menos, ¿no?” Esa es la mirada en contra de medidas como esta.

La otra mirada más optimista de repente o positiva, es decir bueno, hagamos ese esfuerzo de darle un tratamiento diferenciado al incumplido, pero para que ya empiece a formalizarse. Y esto sobre la base de pensar de que son personas que no tenían el conocimiento tributario o la educación financiera o tributaria de que debían hacerlo.

Todo parte también desde el Congreso.

El legislador y la Sunat finalmente dan estas ventajas a estas personas que no habían pagado sus impuestos para que lo hagan. En mi opinión, puede estar bien si se hace eventualmente, pero no puede ser una constante en el tiempo, porque genera una conducta que no se quiere en el contribuyente, el cual va a esperar este tipo de normas para recién pagar, como ocurre mucho en los municipios.

Es decir, me espero porque yo sé que al final el alcalde, por un tema a veces político, va a sacar algún beneficio y ya con esto creamos una cultura, creo yo, de cumplimiento en contra de lo que se quiere hacer.

Juan Santivañez, socio de BKR
Juan Santivañez, socio de BKR Santivañez. La presión tributaria en Perú se mantiene en cerca de 16%, mientras la SUNAT promueve medidas para ampliar la base de contribuyentes y digitalizar procesos.

Claro, es como si el ser informal o elusor, de ser un agravante, pasara a ser un atenuante.

Esto pasa también por un tema de educación tributaria, un tema de entendimiento en la población, de la relevancia de los impuestos. Esta es una gran colecta que hacemos todos para que el Estado nos pueda brindar servicios adecuados. A veces pongo el ejemplo del COVID, cuando hubo la vacuna todos nos vacunamos y no hubo distinción formal-informal. Pero queda claro que quienes pagaron la vacuna fuimos los formales.

Es en estos momentos que salta la inquietud, el decir oye, ¿quién paga? Porque la gente dice “el Estado”, como si el Estado fuera una fuente de dinero interminable, y no se sientan a pensar que es una fuente que se financia de nosotros, los contribuyentes (personas y empresas), y que mientras más contribuyan, en teoría, deberíamos tener más y mejores servicios.

Pero eso no quita que sea difícil, al inicio, aprender de tributación al hacer empresa. ¿La Sunat no capacita?

Hay un área de orientación que en broma a veces le decimos desorientación porque a veces pareciese de quien te atienda para que te digan una cosa u otra y el problema para el contribuyente es que no es vinculante esa posición. Uno aplica la mala asesoría y no puedes quejarte del mal asesor de Sunat. Por ahí sí el avance en la capacitación es un poco volver a lo que decía: en el caso de las microempresas les están dando la opción de ir a capacitarlas si cometen una infracción.

Enseñarles la primera vez en lugar de multarlos es una buena opción porque los va a obligar a capacitarse, y sí hay que insistir con la capacitación hoy en la Sunat, pero también en el colegio, empezar desde las escuelas a enseñar por qué se tributa, para qué sirven los impuestos, el daño que le hace el informal a la economía. A una microempresa le puede ser costoso tener un asesor tributario para estos casos, es una buena opción las capacitaciones.

El tributarista Juan Santivañez asevera que el problema de la fiscalidad en el Perú también pasa por una crisis de valores y sentido de pertenencia que deben ser cultivados desde la infancia.

¿Cuánto cuesta contratar una asesoría tributaria en el Perú?

Hasta hace no mucho se hablaba de reducir los regímenes, pero quedó en el olvido. ¿Era buena idea?

Hoy tenemos en renta el RUS, el más chiquito, básico para pequeños negocios que te cubre 96.000 soles al año, un negocio que te genera unos 8.000 al mes, sirve para un quiosco o un carpintero, etc. Ahí solo pagas 20 o 50 soles al mes. Luego, tienes el RER, que es un régimen especial enfocado a personas que venden productos donde pagas un porcentaje de tu venta y ya no hay que hacer mayor declaración que ese pago mensual, que es 1,5% mensual de lo que tú vendes.

Finalmente, tienes el Régimen General de la renta, que es el 29,5%, y el Régimen Remype que convive con el RER, porque el RER también es para microempresa. La diferencia del Remype con el RER es que el Remype por las primeras 15 UIT de ganancia paga 10%. El exceso sí paga 29,5%. Son cuatro que coexisten, simplificarlo sería lo ideal y quizá evaluar la reducción de tasas para que incentive a que se vayan formalizando, tasas diferenciadas por tipo de empresa.

Claro, y de ahí cómo hacemos con el enamismo fiscal.

No es una solución fácil porque la gente va a buscar atomizar sus empresas. Por ejemplo, si tú tienes tres empresas y Sunat lo detecta te las va a sumar y decirte que ya no eres remype, pero hecha la ley, hecha la trampa, pones a un amigo como dueño de la empresa a modo de testaferro para aprovechar beneficios, y ahí vamos de nuevo al tema de educación sino también a un problema de crisis nacional de valores.

Aquí se premia al vivo, al que no hace cola, como vivimos inmersos en este problema la gente encuentra siempre la vuelta para la norma, eso es lo más complicado para lograr un cambio real. No todo pasa porque Sunat capacite, pasa mucho por la voluntad del contribuyente. La otra opción es la multa impuesta por la autoridad, pero tampoco es el mejor camino como hemos visto.

El tributarista Juan Santivañez revela que contratar un servicio de tributación para una microempresa puede costar entre 50 y 100 soles la hora.

Imagino que es algo que viven los tributaristas a diario.

El empresario en este mercado muchas veces premia a los “buenos asesores tributarios” porque les hacen evadir impuestos. A mí me llegan mensajes de “vendo facturas al 2% ó 3%”, yo digo ¿no se investiga esto? Necesitamos deconstruirnos en valores, aunque también es cierto que desanima no saber que se provean buenos servicios por parte del Estado.

No te incentiva a pagar impuestos, aquí el que paga los tributos, el que tiene dinero, no usa colegio estatal, va al privado, no usa Seguro Social, va al privado, porque el servicio del Estado no es bueno. No es como en Europa donde los colegios son tan buenos o mejores que los privados y te peleas por ingresar, aquí es al revés desde que tengo memoria.

Y la pregunta del millón, ¿cuánto le puede costar a un micro o pequeño empresario una asesoría tributaria?

Va a depender. A un grande, por hora, se le cobra entre 150 ó 200 dólares la hora, aproximadamente. Pero un microempresario no va a poder pagar ese tipo de tarifas, entonces, recomiendo que no busquen una empresa, sino a un dependiente, que no tengan costos fijos de oficina, y podrán llegar a acuerdos de 50 ó 100 soles por hora.

Hay cosas que en un par de horas se explican, y ahora con la digitalización de la Sunat es más rápido la declaración, este Sistema Integrado de Registros Electrónicos (SIRE) que la gente a veces se queja en realidad es una ayuda enorme, porque te pintan en automático las compras y ventas. No llegamos al extremo de decir que no se necesita un contador, pero sí hay un gran avance solo ingresando con la clave SOL.

Entonces, el tema del costo no creo que sea un pretexto real para un microempresario que quiera ser formal. Porque puede llegar a tributaristas independientes que le explique las cosas en un par de horas, aunque claro, es distinto si quieres alguien que te lleve la contabilidad. Pero en consultas y asesorías no debería ser tan costoso, siempre que no busquen empresas, sino independientes.