Reimond Manco sorprendió con una revelación sobre su paso por el programa El Gran Chef. En el pódcast Doble Punta, donde fue entrevistado, compartió detalles poco conocidos sobre la estructura del reality de cocina.
Aseguró que en la edición donde llegó a la final, la producción grabó dos versiones del desenlace: una en la que él resultaba ganador y otra con su contrincante llevándose el trofeo. La intención de esa estrategia fue evitar que el resultado se filtrara antes de tiempo. La única diferencia entre ambas grabaciones fue el anuncio del vencedor y la celebración posterior.
Una final, dos resultados posibles

Durante la conversación, Reimond Manco confirmó que las grabaciones del capítulo final se realizaron por duplicado. El exjugador explicó que ambas versiones mantenían el mismo desarrollo desde el inicio hasta el cierre del cocinado. Los platos fueron presentados de forma idéntica y los jueces realizaron sus valoraciones como si fuera la emisión definitiva.
La única variación ocurrió al momento de revelar al ganador. Primero se grabó una versión donde Manco era anunciado como el campeón. Tras registrar la escena de celebración, el equipo limpió el set, recogió la utilería, y grabó una segunda toma, esta vez anunciando a Vania Bludau como la vencedora. Según Manco, esa decisión se tomó para preservar el misterio incluso entre los participantes.
Protección absoluta del resultado final

La razón de fondo detrás de esta estrategia fue evitar cualquier tipo de filtración antes del estreno del capítulo. Como el programa no se transmitía en vivo, existía la posibilidad de que los resultados se filtren, algo que la producción quiso evitar a toda costa.
Manco señaló que, al grabar ambos finales, ni los mismos finalistas podían estar seguros de cuál sería el emitido. Solo al momento de la transmisión, con la audiencia frente a la pantalla, se revelaba el veredicto final. Esa incertidumbre se mantuvo hasta el último segundo, garantizando el suspenso característico del formato.
Manco confiaba en su triunfo

A pesar de la estrategia para ocultar el desenlace, Reimond Manco confesó que tenía la convicción de que iba a ganar. Según dijo, su desempeño en la competencia había sido constante y sólido. Sentía que sus platos fueron los más equilibrados en sabor, técnica y presentación a lo largo del certamen.
Comparó su rendimiento con el de su rival, quien tuvo un tropiezo importante en una de las últimas pruebas. Durante la preparación de un postre típico, Vania cometió un error al sobrecocinar el manjar, lo que perjudicó la presentación final del plato. Ese detalle, en opinión de Manco, pudo haberla dejado fuera de la competencia.
Sin embargo, explicó que ella fue salvada gracias a un recurso del programa que ya había sido utilizado en otras temporadas: una “maleta” de inmunidad, una especie de amuleto que le permitió continuar. A pesar de las fallas técnicas en la cocina, ella logró mantenerse en carrera y llegar a la final.
Medio punto de diferencia
Ya en la instancia definitiva, la competencia fue ajustada. Manco contó que después de la grabación habló con Nelly Rossinelli, integrante del jurado, quien le reveló que la diferencia en el puntaje final fue de solo medio punto. Ese mínimo margen definió quién se llevaba el trofeo.
Aun con esa cercanía en los resultados, Manco reconoció el mérito de su contrincante. Señaló que Vane también había tenido actuaciones destacadas y que logró sobreponerse a momentos difíciles. Aunque sostuvo que él merecía el triunfo, aceptó que la campeona fue justa ganadora.
Una experiencia que valoró profundamente

Más allá del resultado, Reimond Manco calificó su paso por el reality como una vivencia inolvidable. Dijo que El Gran Chef fue uno de los pocos espacios televisivos que unía entretenimiento, competencia y humor sin caer en el escándalo. Lo describió como un programa “blanco”, apto para ver en familia, y aseguró que fue una experiencia enriquecedora en lo personal.
Lamentó que el programa ya no esté al aire, considerando que tenía un valor especial dentro de la oferta televisiva actual. Para Manco, el reality no solo ofrecía visibilidad a sus participantes, sino que también logró conectar con el público gracias a su tono positivo y su propuesta original.