
Un procedimiento sencillo y ambulatorio está marcando la diferencia en la vida de muchos recién nacidos y sus madres. En el Hospital II Lima Norte Callao Luis Negreiros Vega de EsSalud, se vienen realizando con éxito cirugías linguales en bebés con el objetivo de facilitar la lactancia materna y prevenir complicaciones futuras en su desarrollo. Se trata de las frenectomías linguales, intervenciones que se aplican en casos de anquiloglosia, una condición común que afecta la movilidad de la lengua y dificulta la succión adecuada durante el amamantamiento.
Este tipo de intervención no solo apunta a mejorar la alimentación del bebé, sino que también evita dolores frecuentes en la madre, fortalece el vínculo afectivo durante la lactancia y reduce riesgos como la pérdida de peso, el retraso en el desarrollo o las infecciones en los senos. Los especialistas destacan que la detección temprana y la intervención oportuna pueden cambiar radicalmente la experiencia de lactancia para ambas partes.
¿Qué es la frenectomía lingual y cómo ayuda al bebé y a la madre?

La frenectomía lingual es un procedimiento quirúrgico menor que consiste en cortar el frenillo corto que une la lengua al piso de la boca. Esta anomalía, conocida como anquiloglosia, limita el movimiento de la lengua, haciendo que el bebé tenga dificultades para succionar correctamente. El odontopediatra Héctor Coello Díaz, del Hospital Negreiros, explicó que cuando el bebé no se alimenta bien, se genera un círculo de complicaciones: baja de peso, frustración al lactar y posibles efectos en su desarrollo físico y emocional.
La cirugía es rápida, segura y ambulatoria, se realiza en aproximadamente 10 minutos con anestesia local, y permite que el bebé sea entregado a la madre inmediatamente después para iniciar la lactancia. “Levantamos la lengua, hacemos una pequeña incisión con tijera o bisturí, controlamos el sangrado, y el bebé regresa al pecho”, explicó el especialista.
Además de los beneficios inmediatos en la alimentación, la intervención tiene efectos positivos a largo plazo. Una lengua con movilidad adecuada facilita la pronunciación de sonidos complejos (como las letras R, S o T), mejora la capacidad de masticar, hablar y hasta realizar actividades como tocar instrumentos musicales. También se previenen problemas en la salud bucal, ya que se reduce la acumulación de residuos, el riesgo de caries y ciertas alteraciones en la posición dental.
EsSalud destaca que signos como el chasqueo al succionar, la pérdida frecuente de leche o el dolor al amamantar pueden ser indicios de una succión deficiente causada por esta condición. La recomendación médica es que, ante cualquiera de estos síntomas, los padres acudan a un centro especializado para una evaluación oportuna.
Recién nacidos en Lima, en riesgo por infecciones respiratorias durante el invierno

Los bebés menores de tres meses enfrentan uno de los mayores riesgos en esta temporada invernal en Lima, debido a su sistema inmunológico aún inmaduro y a su limitada capacidad para regular la temperatura corporal. El Hospital San Bartolomé ha emitido una alerta preventiva e insta a madres, padres y cuidadores a extremar las medidas de protección contra enfermedades como bronquiolitis y neumonía, dos infecciones respiratorias que pueden agravarse con rapidez en los recién nacidos.
Los especialistas advierten que, si bien el frío no causa enfermedades directamente, favorece el contagio por condiciones como el encierro, la poca ventilación y el contacto cercano con personas resfriadas. Un resfrío leve en un adulto puede convertirse en una amenaza grave para un bebé. Por ello, se recomienda mantener a los menores en ambientes cálidos, aireados y libres de personas con síntomas respiratorios, incluso si estos parecen leves.
Además, las autoridades sanitarias remarcan la importancia de la lactancia materna exclusiva, incluso cuando la madre presenta alguna enfermedad respiratoria. La leche materna actúa como defensa pasiva al transmitir anticuerpos al recién nacido. En estos casos, se aconseja a las madres usar mascarilla y lavarse las manos frecuentemente para continuar amamantando de manera segura. También se insta a los cuidadores a identificar signos de alerta como fiebre, rechazo al pecho o respiración agitada, y acudir de inmediato a un centro de salud si estos aparecen.