
La advertencia de que el cambio de clima podría revertir la baja presencia de la mosca de la fruta ha encendido las alarmas en el sector agrícola peruano. Especialistas insisten en que la disminución actual de la plaga responde a factores estacionales y no a una solución definitiva, por lo que el regreso del calor podría desencadenar un rebrote con consecuencias graves para la producción y la economía rural. El llamado es urgente: reforzar las estrategias de control antes de que la amenaza se materialice.
La mosca de la fruta (Ceratitis capitata) representa una de las plagas más destructivas a nivel global, con capacidad para afectar hasta 250 especies de frutas y hortalizas. Su impacto se ha hecho sentir especialmente en cultivos de alto valor como el mango, la uva, la mandarina y el arándano, distribuidos en regiones clave como Lambayeque, La Libertad, Lima, Ica y Arequipa. Estos productos constituyen más del 50% de las exportaciones agrícolas no tradicionales del Perú, generando anualmente más de 4.000 millones de dólares y más de un millón de empleos directos e indirectos.
Cambio climático amenaza con reactivar plaga de la mosca de la fruta en Perú
El ingeniero entomólogo Jorge Castillo, docente de la Universidad Agraria, explicó que las acciones implementadas por el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA), sumadas a las condiciones climáticas actuales, han permitido una reducción temporal de la plaga. No obstante, advirtió que “con el regreso del calor, volveremos a enfrentar esta problemática con fuerza por lo que urge la necesidad de contar con recursos efectivos para el agricultor”.
Castillo subrayó la importancia de que el acompañamiento de SENASA en el manejo y control de la mosca de la fruta sea constante y esté respaldado por un presupuesto estatal suficiente durante todo el año, evitando déficits que terminan por trasladar sobrecostos a los productores.

La ingeniera agrónoma Rosio Marcelo, consultora en normativas regulatorias de plaguicidas, coincidió en que la baja incidencia actual no debe interpretarse como una victoria definitiva. Explicó que la mosca de la fruta ha ocasionado pérdidas cuantiosas en los últimos años, impactando seriamente tanto la producción como la exportación de diversos cultivos.
“Aunque este año la incidencia es baja debido a la temporada de invierno, el riesgo sigue latente y podría incrementarse en los próximos meses. Este es el momento oportuno para reforzar o implementar medidas de control eficaces, que integren prácticas culturales adecuadas junto con la aplicación estratégica de fitosanitarios”, señaló Marcelo.
SENASA y expertos piden acciones urgentes ante amenaza de la mosca de la fruta
Por su parte, el técnico agropecuario Christian Ortiz, especialista en Mosca de la Fruta, remarcó la necesidad de una respuesta coordinada entre el sector público y privado. De acuerdo al especialista, “no se trata de que el SENASA luche solo. Debemos trabajar de manera conjunta entre el sector público y privado”.
“Hoy no hay licitación, no hay acción, y eso limita la capacidad de respuesta del agricultor ante una plaga que pone en riesgo las agroexportaciones”, enfatizó el experto. En este sentido, los tres especialistas coinciden en que la baja incidencia actual podría generar una falsa sensación de seguridad, lo que aumentaría la vulnerabilidad del sector ante un rebrote impulsado por el cambio estacional.

Sector agrícola en riesgo por posible retorno de la mosca de la fruta: ¿Y Midagri?
En tanto, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI) ha anunciado recientemente que los gobiernos regionales podrán utilizar recursos del canon minero para financiar acciones de control y erradicación de plagas priorizadas, con especial énfasis en la mosca de la fruta.
Esta medida, autorizada mediante la Ley de Crédito Suplementario aprobada por el Congreso, busca fortalecer la sanidad agraria en las regiones y apoyar a los pequeños productores en su inserción en las cadenas agroexportadoras. El financiamiento permitirá desarrollar campañas fitosanitarias, monitoreo de plagas, capacitación a productores y adquisición de insumos, entre otras intervenciones, siempre en coordinación con el SENASA.

La autorización para el uso de estos recursos se encuentra estipulada en la quincuagésima primera disposición complementaria de la Ley que aprueba el Crédito Suplementario, dentro del Programa Presupuestal 0040 “Mejora y mantenimiento de la sanidad vegetal”. Para la implementación de esta norma, los gobiernos regionales quedan exceptuados de ciertas restricciones presupuestarias, lo que facilita la ejecución de las acciones necesarias.
La mosca de la fruta ha sido declarada de interés nacional debido a su alto impacto económico y fitosanitario. Las pérdidas económicas asociadas a su presencia oscilan entre 400 millones y 2.400 millones de dólares anuales, dependiendo del nivel de infestación. De no adoptarse medidas inmediatas y sostenidas, el rebrote de la plaga podría comprometer la producción, el empleo rural y la seguridad alimentaria del país.



