
Las Fiestas Patrias llegan en un contexto de dificultades, pero también de reafirmación del orgullo peruano. En medio de la inseguridad, la corrupción y el abandono estatal, miles de ciudadanos aprovechan el 28 y 29 de julio para reconectar con aquello que les da identidad y sentido de pertenencia.
El psicólogo social Jorge Yamamoto, investigador y docente universitario, explicó en entrevista con la Agencia Andina cuáles son los elementos que fortalecen el vínculo emocional de los peruanos con su país. Según detalla, estas fechas reactivan aspectos culturales y sociales que generan unidad, inspiración y esperanza colectiva.
La celebración no se limita a los actos protocolares ni a los desfiles oficiales. También invita a mirar hacia adentro y reconocer lo que sigue dando fuerza al Perú, a pesar de las crisis y las divisiones.

Desde la experiencia cotidiana hasta los logros más visibles, estas Fiestas Patrias invitan a valorar lo que nos identifica como peruanos y a celebrar aquello que nos hace únicos frente al mundo.
La fuerza de la mujer peruana
Para Yamamoto, la madre peruana representa el primer gran motivo de orgullo nacional. Es una figura respetada y valorada en todo el territorio, sin importar la región, la condición social o el nivel educativo.
Desde la Amazonía hasta los Andes y la Costa, las madres peruanas encarnan el esfuerzo, la tenacidad y el compromiso. Muchas de ellas crían a sus hijos sin el apoyo del padre, enfrentan carencias y logran sostener a sus familias con trabajo y honestidad.
El especialista señala que estas mujeres anónimas, a quienes llama “cholas power”, son las verdaderas heroínas del Perú. Forman a sus hijos en valores y principios, muchas veces en condiciones extremadamente adversas.

“Son madres que, sin ayuda del padre, van ‘sacándose la mugre’ para darle sustento a sus hijos, para formarlos y darles valores. Ellas son chambeadoras, honestas, representan todo lo bueno que es el Perú. Son las estrellas de la Patria y a quienes debemos celebrar más en 28 de julio”, sostuvo.
Afirma que el ejemplo de estas madres ha inspirado durante siglos a los constructores de grandes obras, desde Machu Picchu hasta las líneas de Nasca. Su temple se ha transmitido como herencia a las generaciones posteriores.
“Lo que representan Machu Picchu, las líneas de Nasca, Chimú y las otras culturas es parte del pasado, pero fueron realidad gracias a las manos heroicas impulsadas por esas mujeres”, afirmó
La comida peruana como orgullo nacional
Otro motivo de orgullo para los peruanos es la gastronomía, reconocida a nivel internacional por su diversidad, sabor e innovación. Pero más allá de los premios, lo que conmueve es el espíritu que encierra.
Según el especialista, la cocina peruana refleja una capacidad única para integrar diferencias. En ella se unen sabores, culturas y técnicas para crear algo nuevo que representa a todo un país.
La comida peruana no necesita de ingredientes costosos para sorprender. En cada hogar, con lo que hay, se preparan platos que conquistan paladares y que refuerzan la identidad.
Yamamoto señala que si esa misma creatividad y sentido de unión se trasladara a la política o al trato social, el Perú tendría un rumbo diferente. La gastronomía, entonces, se convierte en un espejo de lo que el país puede lograr cuando se une.
“La comida peruana se va generando con lo poco o mucho que se tiene en los hogares. Si mostráramos la misma conducta y actitud que tenemos para crear la comida para el diálogo dentro de la familia, dentro del barrio, dentro de la política, seríamos una potencia mundial”, comentó.
Ese carácter integrador y creativo ha dado frutos visibles. En 2025, el restaurante Maido, dirigido por el chef Mitsuharu Tsumura, obtuvo el primer lugar en la lista de The World’s 50 Best Restaurants, un reconocimiento que confirma el prestigio global de la cocina peruana.
Herencia ancestral del Perú
La maravilla creativa de los antiguos peruanos, que subsiste hasta ahora en increíbles complejos arqueológicos, es un valor más en nuestro nivel de orgullo patrio.
Y es que, en medio de una geografía desafiante, los peruanos fueron capaces de crear una de las civilizaciones más antiguas del mundo como fue Caral.

La potencia y dominio del entorno hizo posible el desarrollo de grandes obras hidráulicas, de vivienda, de cultivo, entre muchas otras que han sobrevivido al tiempo como muestras ineludibles del gran desarrollo social que alcanzaron los antiguos peruanos.
En días de celebración nacional, como ocurre en julio, es tradición que muchos peruanos vuelvan la cabeza hacia lo que consideran un sello nacional en el mundo: las líneas de Nasca, Chan Chan, el señor de Sipán, Machu Picchu, Kuélap, y otros.
Economía firme pese a la inestabilidad
Finalmente, el psicólogo resalta que, pese a la inestabilidad política, el Perú ha logrado mantener una macroeconomía sólida, que destaca entre sus pares latinoamericanos.
El modelo económico, con sus limitaciones, ha permitido al país enfrentar crisis externas sin desmoronarse. Una de las figuras claves en ese logro es el presidente del Banco Central de Reserva, Julio Velarde.

“El nivel de nuestra macroeconomía nos ha convertido en un modelo latinoamericano”, consideró.
Yamamoto subraya la permanencia de Velarde en el cargo como un ejemplo de profesionalismo y compromiso con el país. Destaca que, pudiendo aspirar a puestos más rentables en el extranjero, decidió seguir trabajando por el Perú.
El especialista plantea que si en otros sectores del Estado existiera la misma responsabilidad, el país alcanzaría un desarrollo más justo y sostenible. En estas fechas, estas reflexiones invitan a valorar lo avanzado y a exigir más de quienes tienen en sus manos el destino del país.