En una intervención sin precedentes en el puerto del Callao, agentes de la Superintendencia Nacional de Aduanas del Perú (Sunat) descubrieron una nueva modalidad de tráfico de mercurio, un metal altamente tóxico utilizado por la minería ilegal de oro. El hallazgo, reportado por el dominical Punto Final, reveló un sofisticado sistema de ocultamiento que involucraba el transporte del insumo en toneladas de piedra chancada impregnada con el metal, procedente de México. El cargamento tenía como supuesto destino Bolivia, pero fue interceptado en su escala por el Perú.
La operación, ejecutada en coordinación con la Agencia de Investigación Ambiental (EIA), expone una red criminal transnacional que conecta al Cártel de Jalisco con los campamentos de minería ilegal en la Amazonía peruana. Se estima que en este cargamento había cerca de cuatro toneladas de mercurio, camufladas en sacos de 25 kilos de material rocoso, según confirmó el Superintendente Adjunto de Aduanas, Manuel Sánchez.
Una ruta de contrabando que inicia en México y termina en la Amazonía

Todo comenzó en el estado de Querétaro, en México, uno de los mayores centros de extracción de cinabrio, el mineral que contiene mercurio. Desde allí, organizaciones criminales mineras procesan la piedra y obtienen el metal en forma de vapor, que luego es enfriado hasta convertirse en líquido. "Lo procesas y se vuelve gas, el gas lo enfrías y se vuelve líquido“, explica a Punto Final uno de los mineros entrevistados por el equipo de EIA.
Para burlar los controles, el mercurio es embebido en piedra chancada, y enviado como cargamento inocente con fines industriales o de construcción. "Este mineral luego es triturado y embolsado en pequeñas bolsas para su comercialización de una manera ilegal“, detalló Manuel Sánchez. Según la EIA, entre 2017 y 2023 se han documentado 50 envíos similares, el 74% de ellos dirigidos al Perú, lo que representa cerca de 148 toneladas de mercurio ingresadas al país.
Juan José Zamorano Dávila, un ciudadano mexicano, fue identificado como operador clave de esta red. Comunicaciones obtenidas por EIA revelan su vínculo con agentes aduaneros para facilitar la salida de contenedores inspeccionados. "El contenedor cayó en inspección, lo están revisando pero solo es visual... Ya estamos interviniendo para que lo liberen cuanto antes“, escribió en un mensaje de WhatsApp.
El impacto del mercurio en la minería ilegal y el ambiente

La demanda de mercurio en la minería de oro sigue siendo alta en países como Perú, Bolivia, Colombia y Brasil. "Por cada kilo de oro se utilizan entre 2.5 y 5 kilos de mercurio“, advirtió César Ipenza, abogado ambientalista. ”Lo que hace el mercurio es soldificar y para poder luego liberar el oro, lo que tiene la amalgama para separar el oro del mercurio, lo que usualmente se hace es sopletear o quemarlo“, explicó.
El especialista Luis Fernández, de la Wake Forest University, quien colaboró con Aduanas en la detección del cargamento, declaró a Punto Final: "Nunca he visto algo así... He visto mercurio escondido en botellas, mochilas, en personas... pero es la primera vez que lo veo de esta manera“. Según Fernández, la magnitud del cargamento interceptado es también la más grande registrada en la región.
El precio del mercurio se ha incrementado en el mercado negro, llegando a superar los 2 mil dólares por kilo, e incluso 5 mil dólares en algunos casos. Este insumo, a pesar de las restricciones del Convenio de Minamata, sigue fluyendo desde México hacia Sudamérica, alimentando una actividad que contamina ríos, destruye bosques y pone en riesgo la salud humana.
El caso del puerto del Callao representa un duro golpe al tráfico de insumos químicos y una alerta sobre la sofisticación de las mafias mineras. "En lo que tengo conocimiento, en la región es la principal intervención en esa magnitud y en ese volumen“, aseguró Manuel Sánchez.