
Jorge Luis Mansilla Paiva, conocido como ‘Panetón’, salió en libertad el 14 de julio, después de cumplir 26 de los 35 años de condena que le impuso el Poder Judicial por delitos que marcaron una de las etapas más violentas de las últimas décadas en el Perú.
La decisión de su excarcelación fue adoptada por el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) mediante un beneficio penitenciario conocido como “2x1”, que le redujo casi nueve años de cárcel por buena conducta y participación en actividades internas del penal, según información de la investigación difundida por el dominical Cuarto Poder, de América Televisión.
El historial de Panetón incluye terrorismo, secuestro, asesinato de policías y el mayor asalto bancario en la historia de Trujillo. Líder de la banda “Las Hienas del Norte”, su rostro representó el auge del crimen organizado en los años noventa.
En 1996, encabezó un asalto a un banco donde, tras secuestrar y amenazar a un gerente, logró sustraer seis millones de dólares. Tres años después, en una emboscada, asesinó a dos miembros de la División de Secuestros de la Policía Nacional del Perú, suceso que mantuvo en vilo a las fuerzas del orden y aumentó la presión social sobre las autoridades.
Las autoridades inicialmente sentenciaron a Mansilla a cadena perpetua. Sin embargo, su condena se rebajó a 35 años de prisión. Durante su reclusión, la administración penitenciaria le aplicó la reducción 2x1, que computa dos días de reclusión efectiva por uno de pena, considerando su involucramiento en talleres y otras actividades de reinserción.
Este beneficio se le concedió pese a que fue hallado en posesión de celulares presuntamente utilizados para extorsiones, situación que generó polémica sobre los criterios de las autoridades para concederle la pronta libertad.

Un pasado marcado por el crimen y un futuro incierto
El caso de Panetón ha quedado grabado en la memoria colectiva por la brutalidad de sus crímenes y por el impacto que su organización generó en el norte del país. El comandante en retiro Víctor Micha, que participó en las investigaciones de sus delitos, reveló que después de uno de los asesinatos, fue el propio Mansilla quien llamó a la base policial para desafiar a los agentes. La frase “Vengan a recoger a sus muertos”, atribuida a Mansilla, generó conmoción en la opinión pública.
La excarcelación de uno de los rostros más notorios del crimen organizado ha abierto nuevas discusiones sobre los mecanismos de reinserción y beneficios penitenciarios en Perú. Cuarto Poder también apuntó que las autoridades fiscales mantienen abiertas investigaciones por lavado de activos y acumulación de bienes de origen ilícito durante sus años de actividad criminal.
Luego de la liberación, la ubicación de Mansilla es un misterio. Si bien continúa registrado en una vivienda de Villa María del Triunfo, vecinos y allegados lo niegan como residente actual. Las denuncias sobre un posible retorno al delito circulan entre la población, mientras las autoridades señalan que el seguimiento a exreclusos como Panetón resulta complejo por los vacíos legales y falta de recursos.