Estos hábitos saludables disminuyen el riesgo de demencia y otras enfermedades graves

Una revisión científica de casi 500 estudios confirma que mejoras sencillas como moverse más, alimentarse mejor o dormir bien pueden tener efectos positivos duraderos en distintas funciones del cuerpo, desde la memoria hasta el hígado

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Seguir al menos tres de
Seguir al menos tres de los hábitos saludables reduce el riesgo de demencia en un 11%, según el estudio. (Imagen ilustrativa Infobae)

Adoptar un estilo de vida saludable ofrece beneficios que van más allá del corazón. Así lo respalda un nuevo metaanálisis publicado en el Journal of the American Heart Association, que examinó 483 estudios previos y concluyó que seguir al menos tres de los hábitos promovidos por la Asociación Americana del Corazón —conocidos como Life’s Simple 7— puede reducir significativamente el riesgo de enfermedades crónicas, incluso entre personas con predisposición genética.

Estos hábitos incluyen no fumar, mantener una dieta nutritiva, realizar ejercicio de manera regular, conservar un peso saludable, tener una presión arterial adecuada, controlar los niveles de azúcar en sangre y mantener el colesterol en niveles óptimos.

La investigación fue reseñada por el medio estadounidense CNN, que destacó que incluso implementar parcialmente estos hábitos ya ofrece beneficios sustanciales. “Nos sorprendió gratamente descubrir que Life’s Simple 7, en niveles óptimos, beneficiaba todos los aspectos de la salud, de la cabeza a los pies”, declaró a CNN Liliana Aguayo, autora principal del estudio y académica de la Universidad Emory, en Estados Unidos.

Beneficios más allá del corazón

El estudio reveló impactos positivos en múltiples órganos y sistemas del cuerpo. Por cada punto adicional en la escala de cumplimiento de los hábitos saludables —que va de 0 a 14— se observó una reducción del 11% en el riesgo de desarrollar demencia. También se encontró una disminución del 6% en enfermedades oculares, un 23% menos de probabilidad de sufrir enfermedades hepáticas y un 11% menos de riesgo de enfermedad renal crónica.

El metaanálisis analizó 483 estudios
El metaanálisis analizó 483 estudios y concluyó que hábitos saludables reducen el riesgo de enfermedades crónicas. (Freepik)

Además, las personas que seguían estos hábitos tendían a mantener mejor su función cerebral y pulmonar, visión, audición, fuerza muscular y salud dental a lo largo del envejecimiento. “Muchos de los estudios mostraron que la adherencia a Life’s Simple 7 estaba asociada con el mantenimiento de múltiples capacidades físicas y cognitivas”, informó CNN.

El sueño se convierte en el octavo pilar

A los siete hábitos originales se ha sumado uno más: el sueño. Dormir entre siete y nueve horas cada noche en adultos se considera ahora una parte esencial del nuevo conjunto de recomendaciones, rebautizado como Life’s Essential 8. Esta actualización refleja la creciente evidencia de que el descanso adecuado influye directamente en la prevención de enfermedades crónicas, la regulación hormonal y la salud mental.

Junto con este cambio, la Asociación Americana del Corazón amplió el concepto de “no fumar” para incluir también el vapeo y la exposición al humo de segunda mano, y recomendó seguir patrones alimenticios como la dieta mediterránea o la dieta DASH, ambas enfocadas en la reducción de la hipertensión y la promoción de una salud integral.

Las recomendaciones de Life’s Essential
Las recomendaciones de Life’s Essential 8 también abarcan el control del colesterol, la presión arterial y el azúcar en sangre. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Mejorar poco a poco también sirve

A pesar de los beneficios ampliamente documentados, el estudio detectó que menos del 4% de la población mundial cumple con todos los criterios del Life’s Essential 8. No obstante, los investigadores aseguran que no es necesario ser perfecto para lograr mejoras notables en la salud.

Liliana Aguayo explicó que incluso los cambios graduales, como pasar de la obesidad al sobrepeso o incorporar una caminata diaria de 20 minutos, pueden tener efectos positivos. “El mensaje clave es que nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde para hacer cambios pequeños y factibles”, enfatizó.

Esta perspectiva busca alentar a las personas a no desanimarse si no pueden cumplir con todos los estándares, y en su lugar enfocarse en lo que sí pueden modificar de forma realista en su estilo de vida.

Dormir entre siete y nueve
Dormir entre siete y nueve horas fue incluido como el octavo hábito esencial para mejorar la salud integral. (Freepik)

Un llamado global a la prevención

El metaanálisis concluye que, frente al aumento global de enfermedades no transmisibles como la diabetes, la hipertensión o el Alzheimer, promover cambios en el estilo de vida debe ser una prioridad de salud pública. Estos hallazgos refuerzan la importancia de las políticas preventivas y la educación sobre salud, ya que mejorar hábitos personales puede ser más efectivo —y menos costoso— que muchos tratamientos médicos.

Con este estudio, queda claro que los pequeños pasos hacia una vida más saludable no solo ayudan a proteger el corazón, sino también a preservar el cerebro, los riñones, el hígado y otras funciones vitales del cuerpo, incluso en quienes tienen una predisposición genética adversa.