
A pesar de que ya se ha ejecutado el 46% del presupuesto destinado a la prevención y control del cáncer en el país —equivalente a más de S/ 312 millones—, los recursos orientados a mejorar la infraestructura, el equipamiento médico y el mantenimiento de instalaciones presentan niveles de gasto alarmantemente bajos. Así lo advirtió el colectivo Semáforo Oncológico, con información del portal de Transparencia Económica del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) con corte al 3 de julio de 2025.
Según la información pública con corte al 3 de julio del presente año, de los S/ 122,4 millones disponibles para la adquisición de activos no financieros, que incluyen obras de infraestructura y compra de equipos médicos, apenas se han devengado S/ 4,6 millones, lo que representa solo el 3.8% del total asignado. La situación no mejora en el caso de los servicios de mantenimiento, acondicionamiento y reparaciones: de los S/ 797 mil presupuestados, se han utilizado apenas S/ 17,900 (2.2%).
Para los especialistas del Semáforo Oncológico, estos porcentajes evidencian serios problemas en la capacidad operativa del Ministerio de Salud (Minsa) y sus entidades ejecutoras. “No es posible que puntos como infraestructura, acondicionamiento, mantenimiento, reparaciones y equipamiento —que son clave para la atención oncológica— presenten estos niveles de ejecución y no se atiendan con la urgencia que requieren”, señaló Indyra Oropeza, vocera del colectivo y presidenta de la asociación Con L de Leucemia.

En contraste, los recursos orientados a la compra de medicamentos muestran un mejor desempeño. Según la revisión del Semáforo Oncológico, se ha ejecutado el 44% del presupuesto asignado para este fin, lo que representa S/ 150,6 millones. Sin embargo, la organización advierte que aún no se cuenta con información clara sobre el avance de las adquisiciones, ni sobre los contratos adjudicados o proyectados para el segundo semestre.
“Es fundamental que el Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud (CENARES) se pronuncie sobre las compras centralizadas, así como sobre los medicamentos que están pendientes de ser distribuidos”, indicó Susana Wong, directora de Lazo Rosado Perú.
El panorama general revela una desconexión entre el incremento del presupuesto oncológico y su uso efectivo para mejorar las condiciones de atención. El retraso en ejecutar partidas claves compromete el acceso a diagnósticos oportunos, tratamientos adecuados y servicios continuos para miles de pacientes en todo el país. Frente a este escenario, el Semáforo Oncológico exhortó al Minsa y a CENARES a transparentar sus planes de ejecución y adoptar medidas urgentes que garanticen el uso eficiente de los recursos asignados.
La pesadilla de los pacientes con cáncer en Perú
Una encuesta realizada por el colectivo Semáforo Oncológico, que agrupa a diez asociaciones de pacientes, reveló que el 58% de los encuestados esperó tres meses o más para recibir un diagnóstico, y que el 61% nunca se había realizado una prueba de descarte antes de ser diagnosticado.
Los resultados, recogidos en el estudio El Cáncer No Espera 2024, muestran también que el acceso a tratamientos no es inmediato: el 22% de los pacientes tardó hasta cinco meses en iniciar procedimientos médicos y el 15% esperó más de seis meses. Además, el 64% reportó retrasos o cancelaciones en sus atenciones oncológicas, siendo la dificultad para obtener citas la principal causa. En otros casos, las demoras se debieron a la falta de medicamentos.
El estudio también evidenció obstáculos económicos: el 44% de los pacientes posterga sus controles y tratamientos por razones laborales o familiares. Asimismo, el 38% gasta más de 500 soles al mes para afrontar su enfermedad, mientras que un 26% reporta desembolsos mensuales entre 100 y 300 soles.
Susana Wong, vocera del Semáforo Oncológico y directora de Lazo Rosado Perú, calificó los resultados como “alarmantes” y advirtió que el país no cuenta con una estrategia efectiva para abordar la enfermedad desde la prevención. Según señaló, aunque el Perú ha adoptado los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en esta materia, el primer nivel de atención carece de infraestructura adecuada y no existe un plan nacional en marcha.