
A punto de cumplirse un mes desde que estalló la disputa entre César Sandoval, ministro de Transportes y Comunicaciones, y Rafael López Aliaga, alcalde de Lima, la presidenta Dina Boluarte se mantiene en silencio. La ausencia total de pronunciamientos públicos desde Palacio de Gobierno no solo mantiene suspendida la posibilidad de solución o acercamiento, sino que abre interrogantes sobre los equilibrios y la influencia política al interior del Ejecutivo.
La confrontación surgió a fines de junio, cuando el ministro Sandoval salió a desmentir la posibilidad de una marcha blanca para el tren Lima-Chosica en la fecha prometida por la municipalidad. Mientras López Aliaga anunciaba el inicio de operaciones para el 28 de julio, el titular del MTC recalcó que no existía una autorización formal ni estaban reunidas las condiciones técnicas mínimas. Pidió “no generar expectativas que no se puedan cumplir” y recordó que cualquier protocolo experimental debía contar con respaldo regulatorio y estudios acabados.
Ante sus expresiones y los crecientes cuestionamientos relacionados con plazos, el conflicto escaló en tono y fondo. López Aliaga acusó abiertamente a Sandoval de haberle solicitado apoyo político para convertirse en ministro, y sugirió que la paralización del proyecto ferroviario obedece a “consignas políticas”, insinuando además que en el gabinete prima la designación de funcionarios por intereses partidarios más que por méritos técnicos.
“Yo lo recibí por lo menos tres veces, vino a pedirme apoyo, que por favor quería ser ministro. Y yo confié en él. Realmente me equivoqué”, insistió el alcalde, quien también acusó al titular del MTC de ser “ayayero” de César Acuña, fundador de Alianza para el Progreso (APP).
En respuesta, además de negar las reuniones previas, también pidió a la jefa de Estado que se pronuncie. En diálogo con RPP, sostuvo que debería responder, sobre todo ante la presunta influencia en su gestión. “Dijo ‘me equivoqué porque vino a verme para ser ministro de Estado’. ¿Quién es el Señor? ¿Acaso él propone y sugiere ante la Presidencia de la República para que pueda colocar a ministros, designar funcionarios públicos? [...] [Dina Boluarte y el premier Eduardo Arana] Van a tener que pronunciarse porque ha calumniado a la presidenta al decir que él propone a ministros de Estado”, expresó.
Incluso, puso entre las cuerdas a la jefa de Estado, al asegurar que no tendría por qué evaluar su salida del gabinete ministerial: “Yo no sé si escucharán a un mitómano. [Rafael López Aliaga] Pide la renuncia de un ministro no por incapaz o corrupto sino porque no acude a sus caprichos. Yo creo que no prestan oídos porque la presidenta lidera un país. La presidenta y el premier respaldan a sus ministros cuando actúan con honestidad, transparencia y, sobre todo, con resultados”.
Pese a la invocación y declaraciones de ambas partes, hasta el momento, la mandataria no ha salido a reclamar explicaciones al alcalde ni a respaldar al ministro que designó, dando pie a que las versiones de interferencia política queden en el aire y que la pugna continúe en titulares y redes. Todo ello, mientras el tren Lima-Chosica sigue detenido y sin conocerse una fecha exacta sobre su implementación.