No dejes que tu gratificación se escape

El problema es cuando ese consumo se da sin planificación y, peor aún, cuando se hace en paralelo a deudas con tasas de interés elevadas

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El plazo para el segundo
El plazo para el segundo pago de la gratificación del año llega en menor tiempo para los trabajadores. - Crédito Andina/Carla Patiño Ramírez

Julio es un mes clave para la economía de millones de hogares peruanos. La gratificación por Fiestas Patrias representa un ingreso extra que, en muchos casos, puede equivaler a un sueldo completo y que llega en un momento en el que el costo de vida no da tregua. El encarecimiento de productos básicos ha afectado la capacidad de ahorro de las familias. Por eso, más que nunca, el uso inteligente de este dinero puede marcar una diferencia.

¿Qué hacemos cuando llega la gratificación? Según datos del BCRP y estudios privados de comportamiento financiero, una gran parte de los trabajadores la destina al consumo inmediato como viajes, ropa, electrodomésticos, celebraciones, etc. Todo válido, claro. El problema es cuando ese consumo se da sin planificación y, peor aún, cuando se hace en paralelo a deudas con tasas de interés elevadas.

Si tienes deudas por encima del 20% anual, como es común en tarjetas de crédito o préstamos personales en Perú, pagar parte o la totalidad con la gratificación puede ser la mejor inversión. Amortizar una deuda costosa equivale a obtener un retorno garantizado equivalente a esa tasa. En otras palabras, si cancelas una deuda con 40% de interés, estás ganando ese mismo porcentaje en ahorro futuro. No hay instrumento financiero conservador que te dé eso.

Ahora, si ya tienes tus finanzas en orden o te queda un saldo disponible, la segunda gran opción es invertir. Aquí es donde muchos se detienen, pensando que invertir es solo para los que tienen mucho dinero o para los expertos en finanzas. Hoy, gracias a la tecnología, invertir en la bolsa de valores está al alcance desde US$100, a través de plataformas digitales reguladas. El acceso está democratizado, pero la educación sigue siendo clave.

En ese sentido, capacitarte antes de invertir es una decisión igual de sabia. Hacerlo con parte de tu gratificación es una forma concreta de apostar por tu crecimiento. Cursos sobre inversiones, emprendimiento, gestión financiera o incluso sobre el funcionamiento del sistema previsional pueden darte herramientas valiosas.

Para quienes prefieren ahorrar antes que invertir, también hay caminos que permiten maximizar el rendimiento de ese dinero sin asumir riesgos innecesarios. En el sistema financiero formal, algunas cajas municipales y bancos pequeños, todos bajo la supervisión de la SBS y respaldados por el Fondo de Seguro de Depósito (FSD), ofrecen tasas más competitivas que los grandes bancos comerciales. Al cierre del primer semestre del año, por ejemplo, los depósitos a plazo fijo en cajas podían superar el 7% anual en soles, frente a tasas de entre 1% y 2% en los bancos tradicionales.

¿Qué representa realmente la gratificación? Para mí, no es solo un bono por el trabajo realizado. Es una oportunidad. Una especie de punto de inflexión financiero. Si simplemente la gastas, será una anécdota más. Pero si la usas estratégicamente, pagando deudas, invirtiendo, ahorrando con criterio o formándote, puede convertirse en el primer paso hacia tu libertad financiera. La gratificación no debe ser vista como un escape, sino como una oportunidad de construir. De sembrar hoy para cosechar mañana. El reto está en tus manos: convertir un ingreso puntual en una mejora duradera en tu vida financiera.

Cristian Arens
Cristian Arens