El Poder Judicial sentenció al bailarín húngaro Vajda Zoltan Attila a 2 años y 6 meses de prisión suspendida tras hallarlo responsable del delito de tocamientos indebidos contra la conductora y actriz Korina Rivadeneira. La resolución corresponde a la investigación por el incidente ocurrido durante una presentación artística en la que ambos coincidieron.
La sanción, dictada por el Primer Juzgado de Investigación Preparatoria de Flagrancia de Lima, establece que Vajda Zoltan Attila deberá cumplir reglas de conducta durante un año. Entre ellas, no podrá cambiar de domicilio en Perú sin autorización del Poder Judicial, no debe cometer nuevos delitos dolosos y está obligado a presentarse a un control biométrico cada 60 días en el Consulado. En caso de incumplimiento, la justicia advirtió que la pena suspensiva sería revocada y el sentenciado sería ingresado a un penal.
Además, el juzgado dispuso el pago inmediato de una reparación civil de 10 mil soles a favor de Korina Rivadeneira, monto que deberá ser entregado el mismo día de la sentencia.

“Aunque se hizo justicia, no hay paz”
Durante la audiencia, Vajda Zoltan Attila solicitó tomar la palabra y reiteró sus disculpas públicas hacia la conductora. Posteriormente, Korina Rivadeneira utilizó su cuenta de Instagram para compartir sus sensaciones luego del fallo judicial, donde reconoció que la sentencia no trajo paz, pero resaltó que se logró un precedente de justicia. “Hoy fue la sentencia y aunque muchos pensarían que eso trae paz, no fue así para mí. Lo que sí puedo decir es que se hizo justicia”, publicó la actriz.
En este pronunciamiento, Rivadeneira hizo referencia a los múltiples mensajes que recibió durante el proceso, especialmente de mujeres que atravesaron situaciones parecidas.
“Mujeres que me contaron que vieron cosas parecidas. Algunas en sus trabajos, otras en sus propias casas, otras con personas muy cercanas. Muchas no pudieron hacer nada. No por falta de fuerza, sino por miedo, por desconocimiento o por sentir que nadie las iba a escuchar”, compartió. “Esos mensajes me marcaron. Me di cuenta de que hay tantas heridas abiertas, tanto silencio guardado, tanto dolor sin nombre y por eso siento que no puedo quedarme callada”.

La conductora también explicó que, mientras avanzaba el caso, se enteró de que el sentenciado tiene una hija de 9 años y esa información le impactó profundamente. “Desde ese momento no he podido sacarla de mi mente. Me da tristeza, me conmueve, pero también espero que esta situación sirva para que, algún día, esa niña entienda que ningún acto que te haga daño es normal y nadie tiene derecho a vulnerarte”.
“Esto le va a servir como lección”
Korina narró el momento en que el sentenciado le pidió disculpas y lo que sintió durante la audiencia. “Durante la sentencia este hombre llora pidiéndome disculpas por lo que hizo y por como me hizo sentir. Es irónico porque en un inicio lo único que yo pedía era que se disculpen conmigo por lo que hicieron todos ellos. Verlo quebrado me hizo sentir profunda tristeza porque no puedo evitar pensar en él; estando en un país donde no hablan su lengua, enmarrocado con miedo de no ver a su hija, en quién sabe cuánto tiempo, pensando en el dinero que tiene que pagar y en lo solo que debe sentirse. Soy un ser humano y siento por lo general demasiado fuerte para mi agrado”.
A pesar de la empatía que le generó esa escena, enfatizó: “Sé perfectamente que esto le va a servir como lección para que jamás vuelva a actuar como un gorila pedante que hace lo que se le da la gana con una mujer, que a las personas se les respeta. Acepto las valientes palabras de disculpas con mucho agradecimiento”.

Destino social de la reparación civil
En otro fragmento, Rivadeneira se refirió a la reparación civil que el sentenciado deberá pagar y el sentido que le dará a ese dinero. “El juez dictó una reparación civil. Ese dinero no me hace sentir mejor, no borra lo vivido, no repara lo que me pasó, pero puede servir para algo. Por eso, junto a mi familia, hemos decidido donarlo a una institución que apoye a mujeres víctimas de violencia. Porque si esto puede ayudar a que alguien más reciba apoyo, contención o justicia, entonces vale la pena hacerlo”.
Finalmente, Korina dedicó un mensaje a los organizadores y creadores de espectáculos: “Espero les sirva a los creadores, productores y organizadores para ser conscientes de que si quieren trabajar en el espectáculo deben tener un mínimo de reglas y sentido común, sobre todo respeto. A quienes fueron a promocionarse en mi programa, a NO obviar importantes detalles del contenido del show y empezar a llamar a cada show con el nombre que corresponda, considero que un CIRCO es un ambiente sagrado y lleno de talento así que hasta ello merece respeto”.

El caso ha motivado múltiples reacciones en redes sociales y en el sector del espectáculo, donde se ha puesto énfasis en la importancia de denunciar hechos de violencia, garantizar justicia y generar cambios en los espacios de trabajo que protejan la dignidad de las personas.