
Durante el invierno, muchas personas suponen que los insectos como los mosquitos y las hormigas desaparecen por completo, pero lo cierto es que estos pequeños invasores pueden seguir presentes dentro del hogar, especialmente en zonas cálidas, húmedas o mal ventiladas. Además de causar molestias, estos insectos pueden convertirse en vectores de enfermedades si no se controlan adecuadamente.
Según datos del Ministerio de Salud (Minsa) y el Seguro Social de Salud (EsSalud), mantener una buena higiene en casa y reducir la presencia de insectos son medidas clave para prevenir enfermedades comunes como el dengue, las alergias respiratorias y los problemas gastrointestinales. Si bien existen insecticidas y repelentes comerciales, muchos contienen productos químicos que pueden afectar la salud de los niños, las mascotas o personas con alergias. Por suerte, la naturaleza nos ofrece alternativas seguras, efectivas y económicas, como las cáscaras de mandarina.
Estas cáscaras, que muchas veces desechamos sin pensar, poseen propiedades aromáticas y repelentes naturales que pueden ayudarnos a mantener la casa libre de insectos molestos durante la temporada de frío.
Cómo usar las cáscaras de mandarina para espantar insectos
Las cáscaras de mandarina contienen aceites esenciales como el limoneno y el geraniol, compuestos naturales que actúan como repelentes contra muchos insectos. Su aroma cítrico intenso resulta desagradable para mosquitos, hormigas, moscas, polillas y hasta cucarachas.

¿Cómo usarlas?
- Secado natural o al horno: lava bien las cáscaras y déjalas secar al sol durante unos días, o colócalas en el horno a baja temperatura por una hora. Esto intensifica su aroma y prolonga su efecto repelente.
- Ubicación estratégica: coloca pequeños trozos de cáscara seca en platitos o bolsitas de tela cerca de:
- Ventanas y puertas
- Debajo del fregadero
- Rincones oscuros o húmedos
- Cerca de fruteros o cubos de basura
- Renovación frecuente: cambia las cáscaras cada semana o cuando ya no tengan aroma.
También puedes triturarlas y colocarlas directamente sobre el suelo o en las macetas para repeler hormigas de forma más directa.
Enfermedades que pueden transmitir los mosquitos, las hormigas y otros insectos en casa
Aunque muchas personas no lo notan, algunos insectos caseros pueden convertirse en vectores de microorganismos que causan enfermedades:
- Mosquitos: aunque son más comunes en verano, en climas templados o zonas mal ventiladas pueden permanecer activos en invierno. El mosquito Aedes aegypti, por ejemplo, transmite enfermedades como dengue, zika y chikungunya.
- Hormigas: se arrastran por diferentes superficies en busca de alimento, y pueden contaminar alimentos con bacterias como Salmonella o E. coli.
- Moscas: son portadoras de patógenos intestinales, causando diarreas y otros malestares digestivos.
- Polillas y cucarachas: pueden provocar alergias respiratorias por las partículas que desprenden o por el contacto con alimentos contaminados.
Por estas razones, es fundamental controlar su presencia durante todo el año, incluyendo el invierno.
Otras maneras de usar las cáscaras de mandarina para la limpieza del hogar

Además de servir como repelente natural, las cáscaras de mandarina tienen múltiples usos caseros gracias a su agradable aroma y propiedades antisépticas:
- Ambientador natural: hierve cáscaras de mandarina con canela y clavo de olor para perfumar la casa de forma natural y libre de químicos.
- Limpiador cítrico casero: coloca cáscaras de mandarina en un frasco con vinagre blanco durante una semana. Luego cuela y usa el líquido como limpiador multiusos para cocinas, baños y pisos.
- Absorbe olores: coloca las cáscaras en la nevera, el zapatero o el baño para neutralizar malos olores.
- Antipolillas en los armarios: guarda cáscaras secas en bolsitas de tela con clavos de olor y colócalas entre la ropa para espantar polillas y dejar un aroma fresco.
Mantener el hogar limpio, libre de insectos y con un buen aroma no requiere productos caros ni químicos. Las cáscaras de mandarina, que muchas veces terminan en la basura, pueden convertirse en aliadas eficaces, ecológicas y económicas para cuidar la salud de tu familia durante el invierno.
Precauciones al usar las cáscaras de mandarina como repelentes de insectos

Las cáscaras de mandarina se usan en algunos hogares como repelente natural de insectos, pero es importante tomar precauciones si hay niños pequeños. Estas cáscaras contienen aceites esenciales que, en contacto con la piel o los ojos, pueden causar irritación. Además, si se ingieren, podrían provocar molestias digestivas. Para evitar accidentes, es recomendable colocarlas fuera del alcance de los niños, en lugares altos o ventilados, y explicarles que no deben tocarlas ni jugar con ellas. También es aconsejable reemplazarlas con frecuencia para evitar la aparición de moho, que puede generar alergias o afectar la salud respiratoria infantil.
También hay que tener en cuenta que existe la alergia a la cáscara de mandarina. Es una reacción poco común, pero posible, provocada por el contacto o la inhalación de compuestos presentes en la piel de esta fruta, como los aceites esenciales (principalmente limoneno). Los síntomas pueden incluir enrojecimiento, picazón, urticaria, dificultad para respirar o congestión nasal, especialmente en personas con piel sensible o antecedentes de alergias respiratorias. También puede desencadenar dermatitis de contacto al pelar la fruta. Ante cualquier reacción alérgica, es importante consultar a un especialista y evitar el contacto directo con la cáscara. En casos graves, puede requerirse tratamiento con antihistamínicos o epinefrina.
Cáscaras de mandarina como ambientador natural
Las cáscaras de mandarina son una excelente opción para crear un ambientador natural, económico y ecológico. Su aroma cítrico ayuda a refrescar el ambiente y neutralizar malos olores. Puedes secarlas al sol o en el horno a baja temperatura y luego colocarlas en bolsitas de tela o frascos abiertos en armarios, baños o habitaciones. Otra opción es hervir las cáscaras con canela, clavo de olor y un poco de agua para liberar su fragancia y aromatizar toda la casa. También puedes rallarlas y mezclarlas con bicarbonato para absorber olores en la cocina o el refrigerador.
El insecto más común en invierno
En invierno, el insecto más común en el Perú suele ser la cucaracha. A diferencia de otros insectos como los mosquitos o las moscas, cuya actividad disminuye con el frío, las cucarachas buscan refugio en lugares cálidos y húmedos del interior de las viviendas, como cocinas y baños. Su capacidad para adaptarse a distintos entornos les permite sobrevivir durante todo el año, incluso en estaciones frías. Aunque las polillas también pueden aparecer en invierno, especialmente en clósets, las cucarachas destacan por su presencia constante y por representar un riesgo sanitario si no se controlan adecuadamente.