
El Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria de Coronel Portillo dictó 36 meses de prisión preventiva contra Imer Kike Ticliahuanca Reyes (“Kike”), Mamerto León de la Cruz (“Mamerto”) y Marcelo Zamora Lachi (“Tigre”), presuntos miembros de la organización criminal “Los Capibaras”, dedicada al secuestro extorsivo en la Amazonía peruana.
La medida, a cargo del juez José Huamani Taype, se emitió tras evaluar un conjunto de elementos de convicción considerados graves y fundados por el Poder Judicial. Estos incluyen reconocimientos físicos, testimonios de testigos protegidos, contradicciones entre los imputados y autoincriminaciones parciales, así como pruebas de obstrucción a la investigación fiscal.
Según el magistrado, la extrema gravedad de los delitos imputados —que podrían ser sancionados con cadena perpetua—, así como el riesgo de fuga y obstaculización del proceso, justifican la imposición de prisión preventiva. Los tres imputados serán internados en el penal de Pucallpa hasta el 2 de julio de 2028.
¿Qué se sabe del secuestro?
El caso se remonta al 3 de noviembre de 2024, cuando Francisco Andrés Alanoca Ramírez fue secuestrado en el caserío San Alejandro, en Puerto Zungaro (Ucayali), por sujetos armados que lo sacaron de su parcela y lo trasladaron en una embarcación fluvial. Los captores exigieron un rescate de un millón de soles, que más tarde se redujo a medio millón.

La denuncia fue presentada ante el Departamento de Investigación Criminal de Constitución y derivada al Ministerio Público, que abrió una investigación por secuestro extorsivo. Las diligencias, reforzadas por la División de Secuestros y Extorsiones de la DIRINCRI, permitieron identificar a Nilthons Josias Lino Abad, alias “Nilton”, como uno de los principales implicados, junto a otros sujetos conocidos como “Macho” y “Mote”.
Según la Fiscalía, el testimonio de la esposa de la víctima fue clave: relató haber recibido llamadas extorsivas desde el celular de su esposo, en las que los secuestradores enviaron videos del hombre maniatado y vigilado. Ella identificó como sospechosos a exempleados de su pareja, entre ellos “Nilton”.
Una banda que sigue operando
Las autoridades identificaron a “Los Capibaras” como una organización criminal activa en las regiones de Huánuco, Ucayali y Pasco. A pesar de que varios de sus integrantes, incluido su líder Raidy Brander Vargas Mateo (“Macho” o “Vacho”), están recluidos, la banda seguiría operando desde prisión y en libertad a través de sus redes.
La estructura del grupo estaría organizada bajo un esquema jerárquico, con funciones claras asignadas a cada miembro. “Macho” lideraría las operaciones y proporcionaría los lugares de cautiverio; “Mote” se encargaría de los secuestros y homicidios; “Búho” tendría la misión de eliminar a las víctimas para impedir su identificación.

Por su parte, otros miembros como “Mani” (Rodrigo Franco Romero) facilitarían vehículos y cobrarían rescates; “Mamerto” seleccionaría y vigilaría a las víctimas; mientras que “Tigre” se encargaría de los armamentos y lugares de reclusión. “Kike” y “Chino” brindarían soporte logístico, incluyendo el contacto para negociaciones. Esta división de roles refuerza la tesis fiscal de una organización criminal estructurada y funcional.
Delitos graves y vínculos con otras actividades ilegales
El Ministerio Público sostiene que “Los Capibaras” no solo están implicados en secuestros, sino también en sicariato, tráfico de armas, narcotráfico y extorsión a empresarios, ganaderos y comerciantes. La banda habría consolidado su control territorial en zonas remotas mediante el uso de la violencia y, presuntamente, con la complicidad de autoridades locales y funcionarios públicos.
Los fiscales también investigan posibles vínculos entre esta organización y otras redes criminales en la selva central. Las acciones de inteligencia continúan en coordinación con la Policía Nacional, con el fin de desarticular totalmente a esta agrupación que mantiene atemorizadas a varias comunidades rurales.
Con la prisión preventiva ya dictada, la Fiscalía ahora busca consolidar su acusación para llevar a juicio a los implicados. Las audiencias preliminares continuarán mientras se recopilan más pruebas y se buscan posibles nuevos miembros de la banda.
Las autoridades han exhortado a la ciudadanía a colaborar con las investigaciones y denunciar cualquier actividad sospechosa relacionada con esta organización criminal.