
Durante la temporada de invierno, los casos de enfermedades cardíacas se incrementan hasta en un 20 %, según reportes recientes del Ministerio de Salud (Minsa). Esta cifra resulta alarmante si se considera que, solo en Perú, se registran más de 100 infartos agudos de miocardio diariamente.
En este contexto, el frío se convierte en un factor de riesgo importante que agrava condiciones ya existentes, afectando principalmente a personas con hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca o enfermedad coronaria. Por ello, las autoridades de salud insisten en la prevención como herramienta clave para evitar complicaciones.
Según explica el Dr. Martín Salazar, presidente de la Sociedad Peruana de Hipertensión Arterial (SPHTA), el impacto del clima frío sobre el sistema cardiovascular es directo y complejo. “El clima frío provoca la contracción de los vasos sanguíneos, lo que dificulta el flujo sanguíneo, eleva la presión arterial y, en personas con enfermedades cardiovasculares, genera vasoespasmos, es decir, contracciones súbitas de las arterias que desencadenan dolor en el pecho, arritmias o infartos. Además, incrementa la viscosidad de la sangre y activa los sistemas de coagulación, lo que favorece la formación de trombos responsables de infartos cardíacos o cerebrales”, detalla.
El riesgo aumenta considerablemente en pacientes con enfermedad coronaria, afección en la que las arterias están estrechadas por acumulación de grasa y el flujo de oxígeno al corazón se ve reducido. De igual manera, las personas con antecedentes de hipertensión, insuficiencia cardíaca o arritmias se encuentran entre los más vulnerables frente a los cambios bruscos de temperatura.
Cómo cuidar la salud cardiovascular en invierno

Frente a este panorama, el Dr. Salazar comparte una serie de recomendaciones dirigidas especialmente a quienes padecen enfermedades cardiovasculares, con el fin de proteger su salud y reaccionar a tiempo ante cualquier señal de alerta:
- Evitar los cambios extremos y/o bruscos de temperatura. es importante mantenerse en ambientes con una temperatura entre los 18 y 25 grados, sobre todo al inicio del invierno, cuando el cuerpo aún se está adaptando al clima. Mantener una temperatura estable reduce el riesgo de complicaciones cardiovasculares.
- Limitar el consumo de alcohol. adoptar hábitos saludables es clave durante todo el año, pero especialmente en invierno. Contrario a lo que se piensa, el alcohol no eleva la temperatura corporal, sino que genera una sensación momentánea de calor. Esto es riesgoso en personas con afecciones cardíacas, ya que puede alterar la presión arterial y dificultar la circulación sanguínea.
- Abrigarse adecuadamente al salir. se recomienda utilizar guantes, bufandas y gorros, ya que la cabeza es una zona por donde se pierde mucho calor. Usar varias capas de ropa ayuda a mantener una temperatura corporal constante y evita que el frío provoque contracciones en los vasos sanguíneos, lo que representa una carga adicional para el corazón.
- Prevenir infecciones respiratorias. se sugiere vacunarse contra la influenza y el neumococo, ya que estas infecciones desencadenan inflamación sistémica y estrés físico que pueden provocar infartos. Esta recomendación es especialmente relevante en adultos mayores, personas con enfermedades cardíacas o con diabetes. Además, se debe evitar el contacto cercano con personas con síntomas respiratorios y, en caso necesario, usar mascarilla en lugares cerrados o muy concurridos.

Además, el especialista destaca la importancia de mantener el tratamiento médico durante todo el año. Abandonarlo por cuenta propia o modificar la medicación sin supervisión profesional puede tener consecuencias graves.
“No debemos modificar la medicación sin supervisión médica. Por ejemplo, en el caso de la hipertensión, que es una de las enfermedades cardíacas más frecuentes, no hablamos de una cura definitiva, pero sí de un control efectivo si el tratamiento se sigue correctamente. Abandonar o alterar lo recetado por cuenta propia puede echar atrás los avances logrados y poner en riesgo la salud. Recordemos que muchas enfermedades, si se detectan a tiempo y se manejan de forma adecuada, permiten llevar una vida plena y activa”, afirma Salazar.