
El papa León XIV transmitió un mensaje especial a los miembros de la Sociedad de Catequistas Latinoamericanos (SCALA), reunidos en Asunción, Paraguay, en el marco de la XIII Asamblea ordinaria y las décimas Jornadas de Estudio. En el telegrama firmado por el cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, el pontífice pidió renovar el compromiso evangelizador “a partir del conocimiento amoroso de Cristo” y subrayó que Jesús debe ser el centro y el fin de toda catequesis.
León XIV agradeció la labor sostenida por SCALA durante sus 30 años de trayectoria y animó a los participantes a mantener viva la misión de anunciar el mensaje cristiano. Destacó la importancia de llevar a otros hacia la fe y de ser transparentes en la presencia viva de Jesús, enfatizando la dimensión testimonial de la catequesis.

El papa insistió en que la actividad catequística no solo debe centrarse en la formación intelectual, sino en la transformación de la vida personal y comunitaria mediante la experiencia con Cristo. Solicitó a los catequistas latinoamericanos fortalecer su trabajo pastoral desde la escucha y la comunión eclesial, adaptándose a los desafíos culturales y sociales contemporáneos que enfrenta la Iglesia en América Latina.
El telegrama también invocó la intercesión de la Virgen María, Madre del Buen Consejo, e impartió la bendición apostólica a todos los asistentes, deseando que sean portadores de “copiosos dones celestiales”.

Durante la asamblea, líderes catequistas y especialistas de más de una decena de países reflexionaron sobre la inculturación del Evangelio, la formación integral del catequista y la respuesta pastoral a la cultura digital actual. La SCALA, fundada en 1995, ha enfocado su labor en mejorar la calidad de los procesos de iniciación cristiana y en responder a los retos de la sociedad latinoamericana, inspirados por el trabajo común y la caridad.
Las vacaciones del papa León XIV
El papa León XIV retomó la tradición de los retiros papales de verano en Castel Gandolfo, al mudarse este domingo a la histórica localidad ubicada al sur de Roma para un descanso de seis semanas. Es el primer pontífice en regresar a esta residencia tras el papado de Francisco, quien durante sus 12 años en el cargo prefirió no alejarse del Vaticano en el verano. León XIV, originario de Chicago y con 69 años, saludó a los fieles desde el balcón de la villa y expresó su deseo de que todos puedan disfrutar de un tiempo de reposo.

La villa de Castel Gandolfo ha sido sede de veranos papales desde el siglo XVII y cuenta con extensos jardines, una granja, un observatorio astronómico y un centro educativo ambiental. Tradicionalmente, los papas utilizaban la residencia para redactar documentos importantes y recibir a peregrinos, aunque durante el pontificado de Francisco la finca se convirtió en un museo.
León XIV se alojará en la Villa Barberini, dentro de los terrenos de la residencia, marcando así el retorno de la presencia papal regular a la localidad. El alcalde de Castel Gandolfo manifestó la esperanza de que el papa utilice con frecuencia este lugar para periodos de descanso y para la redacción de textos eclesiásticos de relevancia global.