En menos de siete meses, un nuevo derrame de petróleo ha vuelto a teñir de crudo las quebradas y caminos costeros de Lobitos, en la provincia de Talara, región Piura. El hecho ocurrió el pasado 7 de julio en el pozo 383 del Lote VI, operado por Petroperú, y ha generado la suspensión de clases, temor en la población y una fuerte denuncia de las autoridades locales, quienes rechazan la versión oficial de la empresa estatal.
A través de un comunicado, Petroperú informó que activó su plan de contingencia y que “la zona afectada se encuentra limpia en un 95 %”. Sin embargo, el alcalde de Lobitos, Ricardo Bancayán, salió al frente en un video dirigido a la ciudadanía, para desmentir dicha versión y denunciar el abandono que sufre su pueblo tras los dos desastres ambientales.
Alcalde de Lobitos: “Queremos que el Estado se haga presente ”

Desde la zona afectada, el burgomaestre Ricardo Bancayán denunció que el reciente derrame ha causado afectación directa a la salud pública, especialmente a niños y escolares del distrito. “Nuestra población estudiantil ha dejado de asistir a clases porque el olor que emana este pozo está muy cerca a la ciudad”, comunicó.
El alcalde también cuestionó el accionar del presidente del directorio de Petroperú, Alejandro Narváez, quien habría ignorado un compromiso previo con la comunidad: “El señor Narváez nos ha citado el lunes pasado, (y) nos ha dejado plantados en la ciudad de Lima”.
En su mensaje, la autoridad fue enfática: “Petroperú se viene burlando de nuestro pueblo”. Además, denunció que no es la primera vez que ocurre una situación similar: “Ya no es la primera vez que nos contaminan. Queremos que el Estado se haga presente aquí”.
La denuncia fue presentada ante OEFA Talara y también ante el Ministerio del Ambiente, con el fin de que se tomen las acciones sancionadoras correspondientes. Bancayán concluyó su intervención señalando: “Aquí se viene a hacer justicia con mi pueblo. Yo estoy apoyando a mi pueblo y estoy caminando y caminaré con mi pueblo. ¿Para qué? Para que se haga justicia aquí, se tome las irresponsabilidades y se castigue”.
Segundo derrame en 7 meses reaviva el malestar en Lobitos
Este nuevo incidente recuerda al derrame ocurrido el 20 de diciembre de 2024, también atribuido a Petroperú, el cual contaminó varias playas de Lobitos y provocó la caída del turismo y la pesca artesanal. Según estimaciones de operadores turísticos, las pérdidas económicas tras ese desastre superan los 50 millones de soles.
A pesar de las promesas de remediación y compensación, los compromisos no se han cumplido. “No ha cumplido con indemnizar a la población, que sufrió por la caída del turismo, el comercio y toda la actividad aquí en el distrito. No quiere pagar, por ese motivo es casi seguro que iremos a paro indefinido”, advirtió a Norte Sostenible Quenny Carreño, representante del Frente de Defensa de los Intereses de Lobitos.
En respuesta al derrame reciente, la Fiscalía Ambiental de Sullana, encabezada por el fiscal Néstor Sosa, se hizo presente en el lugar junto a personal del OEFA, Osinergmin y autoridades locales. “Ya estamos en la zona evaluando los daños”, confirmó el fiscal en declaraciones a Norte Sostenible, y agregó que se iniciará una investigación preliminar contra Petroperú por presunto delito de contaminación ambiental.
El comunicado oficial de Petroperú sostuvo que hubo “presunta manipulación de la válvula del pozo” y que esa sería la causa del incidente, razón por la cual notificaron a la Policía Nacional del Perú. No obstante, desde la comunidad lo rechazan tajantemente: “La empresa dice que ha habido manipulación externa, pero eso no es cierto. Ellos son los únicos que operan el pozo”, aclaró el alcalde Bancayán.
La población local exige que el Estado no solo supervise, sino que también sancione y repare los daños ocasionados. Mientras tanto, Lobitos sigue oliendo a petróleo, y el recuerdo del derrame de diciembre aún no se borra.


