Una mañana habitual en el set de “Todo Good” tomó un giro insólito cuando Laura Spoya, una de las conductoras del programa, llegó algo alterada tras protagonizar un leve accidente de tránsito.
El incidente ocurrió a pocas cuadras del canal, cuando su auto impactó contra otro vehículo. Sin imaginarlo, la afectada terminó ingresando al estudio mientras esperaban la llegada de las aseguradoras.
El momento fue registrado en vivo y desató risas, bromas y un inesperado saludo a cámara por parte de la propietaria del otro auto, que se volvió parte del show por unos minutos.
Un frenazo que terminó en televisión
Laura Spoya había salido rumbo al canal para sumarse a la transmisión en vivo de “Todo Good”, sin prever que un imprevisto vial cambiaría el ritmo de su mañana. Según narró la propia conductora entre bromas, su auto colisionó contra otro a escasos metros del canal. “Tuve un pequeño choque”, repetía, tratando de quitarle dramatismo al momento, aunque sus compañeros no tardaron en increparla entre carcajadas.
“¿Pequeño? Se volvió un Tico”, bromeó Mario Irivarren, mientras el resto del elenco soltaba carcajadas. Entre idas y venidas, Spoya explicó que el otro vehículo —un sedán— habría frenado de manera inesperada, y que, aunque ella también frenó, no logró evitar el impacto. La conductora reconoció su parte de responsabilidad, aunque recalcó que no se trató de un accidente grave.
Lo que parecía un episodio de tránsito menor pronto se volvió parte del contenido del programa, en un tono de humor que convirtió al contratiempo en anécdota televisiva.
La inesperada aparición de la dueña del otro auto
Lo que nadie en el set esperaba era que la propietaria del vehículo afectado ingresara al canal, aún en espera de la aseguradora. Entre la sorpresa del público y el desconcierto de los conductores, una mujer fue guiada hasta el estudio, saludó a cámara y tomó asiento sin ofrecer resistencia.
“Saluda, señora. Salude a la cámara”, dijeron desde el panel Gerardo y Mario. Ella, sonriente y tranquila, accedió sin dudar. El momento, transmitido en vivo, fue tan surrealista como espontáneo: la afectada, convertida por unos instantes en invitada improvisada, compartía espacio con el equipo del programa mientras se resolvía el papeleo del accidente.
El hecho fue comentado en redes sociales, donde no tardaron en circular fragmentos del video que mostraba a la señora saludando como si se tratara de una participación planificada. Incluso algunos usuarios comentaron con humor que “solo en Perú alguien puede chocar y terminar saliendo en la tele”.
El tono burlón de sus compañeros
Mientras Spoya intentaba explicar lo ocurrido, sus colegas se turnaban para hacer bromas. Mario Irivarren, uno de los más insistentes, lanzó varios comentarios sarcásticos sobre la magnitud del choque. “Salimos tarde por culpa de Laura”, dijo en tono de reproche lúdico. Gerardo agregó que su camioneta había convertido el sedán en un “Tico”, generando más risas.
La propia conductora, aunque incómoda al inicio, tomó el episodio con deportividad. “Sí frené, pero el de adelante frenó más”, justificó entre risas, tratando de argumentar que el accidente fue producto de una cadena de imprevistos. Su tono fue relajado, incluso cuando intentó explicar que no tuvo tiempo suficiente para reaccionar ante el frenado abrupto del otro auto.
Las bromas continuaron cuando uno de los panelistas ironizó con que “hay que frenar tan intempestivamente como el que frena intempestivamente”, provocando carcajadas y sumando un nuevo ingrediente al relato.
La naturalidad con la que el equipo de “Todo Good” manejó la situación mostró una dinámica divertida, donde las fronteras entre lo público y lo privado se desdibujan fácilmente. Incluso la llegada de la mujer afectada —hecho que en otras circunstancias podría haber causado incomodidad— fue absorbido por el programa como parte de su estilo distendido y abierto.
Mientras la aseguradora seguía sin llegar, los minutos pasaban y la conductora conversaba con su “víctima” convertida en invitada. En redes, muchos aplaudieron la buena disposición de ambas partes para convertir el incidente en una anécdota con sonrisa incluida.
