Cierre del nevado Huaytapallana deja fuera a más de 49 mil personas: comerciantes y curanderos exigen diálogo

Fieles y turistas no podrán realizar sus rituales, peregrinaciones ni actividades comerciales por decisión del Gobierno Regional de Junín. El impacto afecta la celebración más importante de Huancayo, que es Patrimonio Cultural de la Nación

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El nevado de Huaytapallana es
El nevado de Huaytapallana es un atractivo turístico imperdible en la región Junín. (Andina)

En Huancayo, julio es sinónimo de fiesta, danza y espiritualidad. La celebración en honor al patrón Santiago —conocido como Tayta Shanti y declarado Patrimonio Cultural de la Nación— convoca cada año a miles de personas que se movilizan hacia las faldas del nevado Huaytapallana, en el valle del Mantaro. Allí, los curanderos tradicionales ofrendan mesas rituales, guían baños de florecimiento y acompañan a fieles en sus pedidos al Apu por salud, trabajo, fertilidad y prosperidad.

Este 2025, sin embargo, la montaña permanecerá cerrada. El Consejo Regional de Junín aprobó una ordenanza que prohíbe el ingreso público al Área de Conservación Regional Huaytapallana, medida que se extenderá por tiempo indefinido. La decisión afecta directamente a las festividades del 21 de junio (Año Nuevo Andino) y el 25 de julio (Santiago), fechas claves en el calendario espiritual y económico de la región.

Curanderos denuncian exclusión en decisiones sobre el Apu

Cada año, miles de personas
Cada año, miles de personas visitan el nevado durante festividades como el Año Nuevo Andino (21 de junio) y la fiesta de Santiago (julio). (Composición: Infobae)

Uno de los sectores más críticos frente a esta medida ha sido el de los maestros de la cosmovisión andina, quienes afirman haber sido ignorados por las autoridades durante el proceso de toma de decisiones. Julio de los Santos, presidente de la Unión Internacional de Curanderos del Perú, declaró al medio Huanca York Times que el Gobierno Regional actuó de manera unilateral, sin realizar una consulta intercultural previa con los actores espirituales y ancestrales del territorio.

De los Santos señaló que en años anteriores existía una coordinación directa entre autoridades, curanderos y comunidades, donde se ofrecían capacitaciones sobre protección ambiental, se organizaban acciones preventivas y se establecían rutas seguras de acceso ritual. Sin embargo, este 2025 —remarcó— “no hubo diálogo, ni planificación conjunta, ni espacios para el consenso”.

Para los guías andinos, la celebración del Santiago en el Huaytapallana tiene un profundo sentido espiritual. Durante el ritual del tinyacuy, se presentan al Apu las mejores semillas, frutas, velas, hojas de coca y chicha. También se incluyen fotos, cartas y objetos personales de quienes buscan protección o éxito en sus vidas. Al no poder realizar el pagapu en el sitio sagrado, explican, se interrumpe el vínculo ceremonial con la montaña, afectando el “equilibrio energético” de toda la región.

Impacto económico directo en cientos de familias del Mantaro

Nevado de Huaytapallana. (Andina)
Nevado de Huaytapallana. (Andina)

Además del plano espiritual, la medida también ha generado un fuerte impacto económico. Según estimaciones de asociaciones turísticas locales, el cierre del Huaytapallana impide el ingreso de cerca de 49 mil personas, entre fieles, turistas, danzantes, comerciantes, transportistas y operadores turísticos. Toda una cadena productiva que se activa cada año durante esta temporada queda en pausa sin alternativas viables.

Comerciantes de las zonas de Sapallanga, El Tambo y Huancayo reportan pérdidas considerables, ya que la festividad del Santiago genera una alta demanda de productos agrícolas, artesanías, alimentos, hospedaje y transporte. Familias enteras que preparaban sus negocios para las celebraciones denuncian que no fueron informadas con anticipación y que no existen mecanismos compensatorios ante la pérdida de ingresos.

Aunque el Gobierno Regional de Junín argumenta que la medida responde al deterioro ambiental del nevado, que ya ha perdido más del 70% de su masa glaciar, los gremios afectados sostienen que el cierre total no resuelve el problema de fondo: la falta de gestión, control y educación ambiental. .

Por ahora, el Huaytapallana permanecerá inaccesible. Los rituales, que usualmente iniciaban desde la madrugada del 23 de julio con largas caminatas, fogatas y oraciones al Apu, deberán realizarse desde otros espacios. Pero para miles de huancas, la ausencia física en la montaña marca un vacío simbólico profundo en su festividad más representativa.

La ordenanza regional aún no ha sido publicada oficialmente en El Peruano, aunque se prevé que entre en vigor el 20 de junio, según informó el gerente regional de Recursos Naturales y Gestión Ambiental, Vladimir Yáñez Rodríguez. Hasta entonces, los colectivos espirituales y culturales del valle del Mantaro siguen esperando ser incluidos en el proceso de diálogo.