
La elección de Robert Prevost como nuevo sumo pontífice, bajo el nombre de Papa León XIV, generó una respuesta favorable en la Iglesia y el mundo. Su cercanía con América Latina y su estilo sencillo destacaron desde el inicio. El cardenal Cristóbal López, arzobispo de Rabat, fue uno de los primeros en dar testimonio sobre el nuevo Sumo Pontífice.
“Estoy muy satisfecho y muy contento porque yo conocía poco al nuevo Papa, el cardenal Prevost”, indicó López en entrevista con el medio catalán Badalona Comunicación. Mencionó que solo había conversado brevemente con él en los pasillos del Vaticano antes del cónclave, sin llegar a tener una relación cercana ni conocer en profundidad su trayectoria.

Con el paso de los días, el arzobispo empezó a revisar su historia y fotografías, y reconoció en Prevost a un líder completo para guiar a la Iglesia. Subrayó que su edad, 69 años, y su experiencia en diferentes países lo convertían en una figura idónea para el momento actual.
“Él es del norte, pero ha vivido en Perú y considera que Perú es su patria”, dijo López, recordando su labor como misionero, párroco y obispo de la diócesis de Chiclayo. También mencionó su formación como doctor en Derecho Canónico y su conocimiento profundo de la estructura eclesial.
León XIV recordó al Perú en cena con cardenales
Tras su primer saludo a los fieles desde el balcón de la basílica de San Pedro, León XIV participó en una cena con todos los cardenales. Al llegar al comedor, preguntó dónde podía sentarse. Uno de los camareros le respondió: “Donde usted quiera”. Entonces, eligió una mesa al fondo del salón.
Minutos después, al ver pasar a Cristóbal López acompañado por otros cardenales, los invitó a compartir la mesa con él. Durante la conversación, hablaron sobre diversos temas, incluida su familia y el motivo por el cual eligió el nombre de León.
López contó que el encuentro permitió conocer otra faceta del nuevo Papa. “El nuevo Papa tiene un punto de timidez, pero también tiene sentido del humor”, expresó. La conversación se desarrolló en un ambiente distendido, y todos en la mesa rieron en varios momentos.
Al día siguiente, ya con mayor cercanía entre ambos, León XIV comentó una frase que había escuchado desde Perú.
“Me han llamado de Perú para decirme que ahora hay 4.001 especies de papa porque hay un nuevo Papa”, le dijo a López, que recibió la broma con sorpresa y alegría.
“Es tranquilo, sereno, discreto, dulce y humilde”
En la misma entrevista, el cardenal López valoró la personalidad del nuevo Papa y lo describió con palabras que reflejan serenidad y empatía. Según afirmó, todos los cardenales en Roma conocían a Prevost por su desempeño como prefecto del Dicasterio para los Obispos, cargo que asumió bajo el pontificado de Francisco.

“Yo considero que ha sido verdaderamente la persona ideal”, sostuvo. “Y además su carácter me convence mucho. Es tranquilo, sereno, discreto, dulce, humilde. O sea, una personalidad que apacigua, que no crea problemas”. Añadió que la forma en la que inició su pontificado genera confianza entre quienes lo rodean.
López enfatizó que esas cualidades serán clave para afrontar los desafíos actuales de la Iglesia y que su estilo cercano será bien recibido por los fieles. Para él, León XIV se perfila como un Papa que sabrá acompañar sin estridencias, con equilibrio y diálogo.
Papa León XIV y su llamado a la paz y justicia
En sus primeras intervenciones públicas, León XIV hizo énfasis en la necesidad de promover la paz. En su mensaje inicial, se refirió a los conflictos actuales en Ucrania y Gaza, y pidió a la comunidad internacional un mayor compromiso con la justicia y la reconciliación.
“Habló de Ucrania y habló de Gaza y de los otros países que están en guerra”, relató el cardenal López. También mencionó que, en un encuentro con periodistas, el Papa les pidió ejercer una “comunicación desarmada y desarmante, como la paz”.

Además de ese enfoque, León XIV dejó claro que buscará continuar el proceso sinodal impulsado por su predecesor. “Yo creo que el Papa tendría que continuar, y creo que su intención va en esa dirección”, indicó López.
“Una Iglesia en la que haya participación de todos, a distintos niveles y con distintas funciones, pero donde todos se sientan no espectadores pasivos, sino protagonistas activos”.
El inicio del pontificado de León XIV ha dejado una impresión de cercanía, firmeza y apertura. Su llamado a la paz, su estilo humilde y su conexión con sus raíces misioneras marcan el tono de una etapa que comienza con señales de diálogo y renovación.