
Una propuesta para impulsar el turismo en Perú empezó a tomar forma: se trata de la creación de la ruta turística del Papa León XIV, que seguiría los pasos de Robert Prevost, el cardenal estadounidense que vivió más de 20 años en el país antes de convertirse en el primer pontífice con profundas raíces peruanas. El proyecto busca conectar los lugares claves donde residió y trabajó, principalmente en Chiclayo, Trujillo y Lima, para convertirlos en hitos de interés global.
La iniciativa fue planteada por Ricardo Acosta, presidente de la Asociación Peruana de Agencias de Viajes y Turismo (APAVIT), quien destacó el potencial de este circuito como un motor económico y cultural. “Tenemos para sacar el jugo a esto en muy buena onda, como hizo Polonia en su tiempo”, señaló al explicar la visión de replicar lo que fue la ruta de Juan Pablo II en su país natal, que atrajo millones de visitantes.
La propuesta busca abrir conventos, iglesias y espacios donde el Papa León XIV vivió o trabajó, para integrarlos a un recorrido patrimonial. “En este dormitorio dormía el Papa. En este comedor estaba”, ejemplificó Acosta, aludiendo a la importancia de ofrecer una experiencia auténtica al visitante.

<b>Chiclayo, en el foco del Vaticano</b>
Uno de los puntos clave del circuito sería Chiclayo, ciudad mencionada por el propio Papa en su primera aparición pública tras ser electo. “Todo el mundo se ha preguntado: ¿y dónde queda Chiclayo?”, afirmó Acosta, quien destacó el simbolismo de que una localidad peruana haya sido nombrada en el balcón de San Pedro. La ruta también incluiría otras ciudades donde Prevost tuvo presencia activa, como Trujillo y Chulucanas.
“Lo que debemos hacer es un circuito turístico que involucre Chiclayo, Trujillo, los lugares que él asistía normalmente, porque con tantos años en Perú te imaginarás que tiene mucho”, agregó el dirigente gremial.
El proyecto, según Acosta, no solo tiene un valor simbólico y espiritual, sino también económico. “Eso va a generar miles de empleos en todo el país, porque aumenta el turismo y no solo vienen al turismo religioso, sino que aprovechan que están acá y van a ver Cusco, Cajamarca, otros lugares”, explicó.

Además, subrayó la importancia de que PromPerú y el sector público trabajen en la promoción internacional del circuito, utilizando tanto medios presenciales como digitales. “Eso va a ser muy bueno, va a cambiar la vida de estas personas, va a mejorar la vida de las personas de Lambayeque en general”, expresó.
El gran reto
Pese al entusiasmo, Acosta advirtió sobre los obstáculos que enfrenta la propuesta, especialmente en términos de infraestructura urbana. “La ciudad [Trujillo] bien descuidada, las carreteras llenas de huecos. Parecía que íbamos a un safari. Tienes la basura regada por las vías de acceso saliendo del aeropuerto”, lamentó, tras describir las condiciones actuales como poco adecuadas para recibir turistas.
También cuestionó la actitud de las autoridades locales frente a los problemas de seguridad y servicios básicos. “Desde que uno asume un cargo tiene que ser responsable... tiene que estar pendiente. Para algo es gobernador regional”, dijo en referencia a la gestión en Lambayeque.

El dirigente fue aún más tajante al mencionar la falta de agua potable en destinos como Máncora, donde un grupo de visitantes se enfermó por esa deficiencia. “Tiene que haber agua potable, servicios básicos, infraestructura, aeropuertos, carreteras... si no le das las facilidades al turista, termina espantándolo”, aseguró.
Sector privado pide acción
El llamado de Acosta también apunta a una acción conjunta entre los sectores público y privado. “El sector privado siempre está a la vanguardia, pero necesitamos caminar junto con el sector público”, sostuvo. Según explicó, las inversiones deben priorizar la mejora de lo existente, como el mantenimiento de templos, la recolección de residuos y la fiscalización del espacio público.
“Por más que hagamos una ruta turística, si no es la adecuada, vendrán unos cuantos y empezarán a decir que no vale la pena”, advirtió, insistiendo en que la presentación del circuito debe ser impecable. “Maquillar las iglesias, hacer algo atractivo al público”, propuso, como parte de una estrategia integral.

Además, destacó el potencial de añadir elementos experienciales al recorrido, como la gastronomía favorita del Papa o los lugares donde fue atendido. “Vi otra entrevista donde decían que este era el plato preferido del Papa", comentó.
La ruta del Papa León XIV no solo tendría impacto dentro del país, sino que podría convertirse en una referencia global del turismo espiritual. “Hay que promocionarlo en las agencias y los operadores internacionales”, reiteró Acosta. Para ello, es necesario consolidar una imagen atractiva y sólida que proyecte calidad y confianza al visitante extranjero.
El circuito planteado no es solo un homenaje a la figura del pontífice, sino también una posibilidad concreta para revitalizar sectores turísticos que hoy enfrentan serias limitaciones. Como afirmó el presidente de APAVIT, el momento es ahora: “Hay que aprovechar esta circunstancia también a favor nuestro”.