Si eres una mujer que hace ejercicio regular a partir de los 40 años el riesgo de sufrir Alzheimer se reduce hasta en un 90%

Actividades como caminar a paso ligero, nadar, practicar yoga, andar en bicicleta o hacer ejercicios de resistencia ligera pueden ser suficientes si se practican con regularidad

Guardar
Un estilo de vida físicamente
Un estilo de vida físicamente activo durante la mediana edad puede ser un factor determinante en la prevención o el retraso del deterioro cognitivo en la vejez (Imagen Ilustrativa Infobae)

En Perú, el Ministerio de Salud (Minsa) ha reportado que, entre enero y mayo de 2024, el 63% de los casos de demencia atendidos fueron mujeres, mientras que el 37% fueron hombres. Entre los tipos de demencia, el Alzheimer es el más común, se trata de una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta la memoria, el pensamiento y el comportamiento.

Aunque puede desarrollarse en cualquier persona, las estadísticas muestran que las mujeres tienen un riesgo significativamente mayor de padecer esta condición, especialmente después de la menopausia. Este mayor riesgo se debe, en gran parte, a los cambios hormonales que ocurren en esta etapa de la vida, particularmente a la disminución de los niveles de estrógenos, hormonas que juegan un papel clave en la salud cerebral.

Los estrógenos no solo regulan funciones reproductivas, sino que también cumplen un rol protector en el sistema nervioso central. Estas hormonas contribuyen a la plasticidad cerebral, al flujo sanguíneo cerebral y a la producción de neurotransmisores, elementos fundamentales para el funcionamiento cognitivo. Con la llegada de la menopausia, la reducción drástica de estrógenos puede acelerar el envejecimiento cerebral y aumentar la susceptibilidad a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

Afortunadamente, existen formas de contrarrestar este riesgo. Uno de los métodos más efectivos y respaldados por la ciencia es la práctica regular de ejercicio físico, especialmente cuando se adopta como hábito a partir de los 40 años. De hecho, un estudio ha demostrado que las mujeres que realizan actividad física de forma constante pueden reducir hasta en un 90 % el riesgo de desarrollar Alzheimer en comparación con aquellas que llevan una vida sedentaria.

Mujeres, ejercicio y Alzheimer

El mayor riesgo de Alzheimer
El mayor riesgo de Alzheimer en las mujeres se debe a los cambios hormonales que ocurren en esta etapa de la vida (Vocesqroo)

Una investigación de 2018 publicada en la revista Neurology reveló que las mujeres con una alta aptitud física en la mediana edad tenían casi un 90 % menos de probabilidades de desarrollar demencia décadas después. La investigación evaluó la capacidad cardiovascular de un grupo de mujeres mediante una prueba de ejercicio físico controlado.

Los resultados indicaron que aquellas mujeres que sí desarrollaron demencia pero mantenían un estilo de vida activo, presentaron los primeros síntomas de la enfermedad en promedio 11 años más tarde que aquellas que no realizaban ejercicio de forma regular. “Estos hallazgos son emocionantes porque es posible que mejorar la aptitud cardiovascular de las personas en la mediana edad pueda retrasar o incluso prevenir que desarrollen demencia”, expresó la doctora Helena Hörder, investigadora principal del estudio, adscrita a la Universidad de Gotemburgo, en Suecia.

Para la investigación, se analizaron a 191 mujeres con una edad promedio de 50 años. A cada participante se le realizó una prueba de bicicleta estática destinada a medir su capacidad cardiovascular máxima. En base a los resultados, se clasificó a las mujeres en tres grupos: 40 cumplieron los criterios para un nivel alto de aptitud física, 92 se ubicaron en una categoría intermedia y 59 fueron catalogadas con una aptitud física baja.

Durante los 44 años posteriores, las participantes fueron sometidas a seis evaluaciones para detectar signos de demencia. Los hallazgos fueron concluyentes: solo el 5 % de las mujeres con una condición física excelente desarrolló demencia, frente al 25 % de aquellas con condición física media y el 32 % de las clasificadas en el grupo de baja aptitud física.

El ejercicio ayuda a reducir
El ejercicio ayuda a reducir el estrés y la inflamación crónica, dos factores asociados al deterioro cognitivo (Imagen Ilustrativa Infobae)

En consecuencia, las mujeres con un buen estado físico mostraron un 90 % menos de probabilidad de desarrollar demencia en comparación con aquellas que se encontraban en el grupo de condición física moderada. Estos datos refuerzan la hipótesis de que un estilo de vida físicamente activo durante la mediana edad no solo mejora la salud general, sino que también puede ser un factor determinante en la prevención o el retraso del deterioro cognitivo en la vejez.

Ejercicio y salud cerebral

El ejercicio físico ofrece múltiples beneficios para la salud cerebral. En primer lugar, mejora la circulación sanguínea, lo que favorece el transporte de oxígeno y nutrientes al cerebro. Esto no solo mantiene las neuronas activas, sino que también ayuda a eliminar residuos tóxicos que, si se acumulan, pueden contribuir a la aparición de enfermedades neurodegenerativas.

Otro aspecto clave es que el ejercicio ayuda a reducir el estrés y la inflamación crónica, dos factores asociados al deterioro cognitivo. Al mantener un peso corporal saludable, mejorar la calidad del sueño y regular la presión arterial y los niveles de azúcar en sangre, el ejercicio actúa como una herramienta integral de prevención del Alzheimer.

Actividades como caminar a paso ligero, nadar, practicar yoga, andar en bicicleta o hacer ejercicios de resistencia ligera pueden ser suficientes si se practican con regularidad, idealmente al menos 150 minutos a la semana. Lo importante es que el ejercicio forme parte de un estilo de vida saludable y sostenible.