
“El papa no ha puesto de moda la Iglesia, la ha hecho progresar”, afirmó el cardenal Carlos Castillo en una conferencia de prensa tras confirmarse la muerte del papa Francisco. El arzobispo de Lima viajará este lunes a Roma para participar en el cónclave y aseguró que el pontífice “trabajó hasta el último momento” por una Iglesia más humana, cercana y comprometida con las causas sociales.
El cardenal Carlos Castillo, arzobispo de Lima, aseguró que el papa Francisco dejó un legado de reformas profundas que han acercado la Iglesia al pueblo, sin perder su identidad. “Si el progresismo es que la Iglesia vaya avanzando, el papa ha hecho avanzar la Iglesia. Pero si el progresismo es ponerla a la moda, eso no es cierto. Porque una cosa es la moda y otra es la actualización”, afirmó este lunes, tras el fallecimiento del pontífice argentino.
Castillo viajará este lunes a Roma para participar como elector en el cónclave que, tras las exequias de Francisco, deberá elegir a su sucesor. “Hay que tomarse en serio esto, no es cualquier cosa elegir a un papa”, comentó. “Me gustaría estar presente en las exequias, así que estaré viajando pronto”, añadió.

El papa Francisco falleció el lunes 21 de abril a los 88 años, días después de recibir el alta médica tras haber permanecido 38 días hospitalizado por una neumonía bilateral. Su última aparición pública ocurrió el Domingo de Pascua, desde el balcón de la basílica de San Pedro.
En su mensaje final, citó una de sus convicciones más firmes: “Las tinieblas no podrán prevalecer, las oscuridades ni la muerte no podrán ser más grandes que el Señor resucitado que nos da vida”.
Para Castillo, este mensaje resume el espíritu del pontificado. Como precisó en sus declaraciones, él es un testigo del Señor y muere en el día de la Resurrección, lo que, a su parecer, “es una de las cosas más lindas”.
Una Iglesia cercana y humana
“El papa ha hecho un milagro en la vida: que la gente quiera a un argentino”, dijo entre risas el cardenal, destacando la calidez y empatía del papa Francisco. “En ese pontificado lo que más ha hecho es acercarse a la gente, por eso es un papa que nos ha llenado de cercanía. Si no hubiera sido cercano, no se habría enfermado”, señaló, haciendo referencia a su entrega constante hasta el final.

Castillo también subrayó que Francisco trabajó hasta su último aliento. Resaltó que el papa hizo un extraordinario trabajo por la promoción de la mujer, por el cuidado del medio ambiente, por los migrantes, por los presos. Siempre estuvo muy atento a los grandes movimientos que se gestan desde lo pequeño, indicó.
El legado de Francisco, añadió, incluye una Iglesia menos centrada en normas y más en humanidad: “Ser cristiano no es en primer lugar obedecer leyes ni mandamientos. Ser cristiano es reconocerse hijo, cuando el Hijo se ha rebelado a nosotros, y aprender a ser humanos”.
Fe y acción social: el mensaje que permanece
El cardenal recordó que el sumo pontífice contribuyó a recuperar algo fundamental en la fe cristiana: la unidad entre la fe y la acción social, ya que no solamente la acción individual ni la acción espiritual de purificarse, porque somos un pueblo, no solamente somos individuos.

A nivel local, adelantó que la arquidiócesis de Lima organizará un homenaje en honor al papa en la catedral. “Vamos a tener una reunión del equipo pastoral. Que la gente venga a rezar a la catedral y hagamos algo en la plaza, para acompañar el duelo como comunidad”, anunció.
Francisco fue elegido el 13 de marzo de 2013, en un momento en que la Iglesia enfrentaba tensiones internas, escándalos y el reto de reconectar con los fieles. Según comentó Castillo, cuando fue elegido, la Iglesia necesitaba un pastor que pudiera tener la fuerza para continuar las reformas que se venían gestando desde Benedicto XVI. Y lo ha hecho.
Con su partida, se abre un nuevo capítulo para la Iglesia. Pero, como subrayó el cardenal peruano, el rumbo trazado por Francisco ya ha dejado huella: “El papa ha hecho progresar a la Iglesia a través de una profundización de algunos elementos que, recordando con su vida, sella su carácter católico-cristiano”.