
Una de las aspiraciones más grandes que tienen los seres humanos es la felicidad. Aunque intangible y subjetiva, su importancia ha sido reconocida por diversas disciplinas, desde la filosofía hasta la economía.
Conscientes de su valor, en 2012, las Naciones Unidas proclamaron el 20 de marzo como el Día Internacional de la Felicidad, con el objetivo de resaltar su importancia en la vida de las personas y en las políticas públicas.
Desde entonces, esta fecha se ha convertido en una ocasión para reflexionar sobre cómo podemos construir sociedades más equitativas y armoniosas, donde el bienestar sea una prioridad global.
Origen de la celebración

La idea de establecer un día dedicado a la felicidad tuvo su origen en el Reino de Bután, un pequeño país asiático que ha sido pionero en la promoción de la Felicidad Nacional Bruta (FNB) como un indicador de desarrollo.
En lugar de centrarse exclusivamente en el Producto Interno Bruto (PIB), Bután prioriza el bienestar de su población midiendo factores como la salud, la educación, la sostenibilidad ambiental y la calidad de vida.
Este enfoque atrajo la atención de la comunidad internacional y, en 2011, la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución que reconocía la búsqueda de la felicidad como un objetivo fundamental para el desarrollo global. Un año después, en 2012, se proclamó oficialmente el 20 de marzo como el Día Internacional de la Felicidad.
Importancia del bienestar en las políticas públicas

Tradicionalmente, el éxito de una nación ha sido medido a través de indicadores económicos, como el crecimiento del PIB. Sin embargo, la ONU ha destacado que el desarrollo no debe centrarse únicamente en la economía, sino también en la calidad de vida de las personas. La felicidad no es solo una cuestión individual, sino un componente esencial en la estabilidad y prosperidad de las sociedades.
Las políticas públicas que buscan promover el bienestar deben abordar diversos aspectos, como el acceso a la salud, la educación de calidad, la reducción de la pobreza, la equidad de género y la sostenibilidad ambiental.
Además, la salud mental se ha convertido en un tema clave dentro de las agendas gubernamentales (menos en el Perú), dado que el estrés, la ansiedad y la depresión afectan a más personas en todo el mundo.
Objetivos de Desarrollo Sostenible

El Día Internacional de la Felicidad está estrechamente vinculado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, adoptados en 2015 como una hoja de ruta para mejorar la calidad de vida de la población mundial.
Estos objetivos incluyen erradicar la pobreza, garantizar el acceso a la salud y educación, promover el trabajo digno y reducir las desigualdades, entre otros aspectos fundamentales.
Dentro de esta estrategia global, la promoción del bienestar es un elemento clave. La felicidad y la satisfacción están relacionadas con condiciones de vida adecuadas, acceso a oportunidades y la creación de sociedades justas e inclusivas.
Por ello, los esfuerzos internacionales no solo buscan mejorar la economía de los países, sino también garantizar que sus habitantes puedan llevar una vida digna y plena.
Celebraciones alrededor del mundo

Cada año, el 20 de marzo se conmemora con diversas actividades en distintas partes del mundo. Organizaciones gubernamentales y no gubernamentales llevan a cabo eventos y campañas de concienciación para promover la importancia de la felicidad en la sociedad. Entre las iniciativas destacan conferencias, seminarios, actividades recreativas y proyectos de voluntariado enfocados en la generación de bienestar.
Asimismo, las redes sociales juegan un papel fundamental en la difusión del mensaje. Bajo etiquetas como #DíaDeLaFelicidad, las personas comparten reflexiones, imágenes y videos sobre lo que significa la felicidad para ellas.
A nivel institucional, la ONU y otras entidades publican informes y estudios que analizan el estado del bienestar en distintos países, promoviendo la implementación de políticas públicas alineadas con esta filosofía.
La búsqueda de la felicidad

A lo largo de la historia, la felicidad ha sido un tema de interés para pensadores, líderes y científicos. Aristóteles definía la felicidad como el fin último del ser humano, mientras que en la actualidad, la psicología positiva ha investigado los factores que influyen en el bienestar. Estudios indican que la felicidad no solo depende de circunstancias externas, sino también de la actitud y la gratitud.
La celebración del Día Internacional de la Felicidad nos recuerda la importancia de fomentar una vida equilibrada, donde el bienestar individual y colectivo sean prioridad. Desde pequeños actos de amabilidad hasta iniciativas gubernamentales, la construcción de un mundo más feliz es una tarea que involucra a toda la sociedad.



