
La vida de un ser humano está marcada por etapas y desde pequeños nuestro cuerpo evoluciona para adaptarse a las nuevas demandas y circunstancias del periodo de vida de turno.
En el caso de nuestros dientes, estos también van cambiando con nosotros, aparecen durante los primeros meses luego del nacimiento para luego caerse y ser reemplazados por dientes permanentes que nos acompañarán para siempre.
Sin embargo, llegada cierta etapa una leve molestia que luego puede incrementarse marca la aparición de lo que serán cuatro nuevas piezas dentales conocidas como las ‘muelas del juicio’. La pregunta de siempre es por qué brotan o para qué sirven, no obstante, otro cuestionamiento común pasa por el particular nombre que llevan y de dónde viene.
Las ‘muelas del juicio’

Se trata de las últimas molares en brotar y en teoría son de gran ayuda cuando se encuentran bien alineadas y no causan mayores complicaciones al momento de su aparición.
Desafortunadamente, en la mayoría de casos esto no es así, ya que estas muelas, ubicadas en la parte posterior de la boca, detrás de la segunda molar, usualmente suelen causas problemas al momento de aparecer, lo que termina provocando serias molestias, dolor, irritación e incluso una posterior extracción que requiere casi siempre una visita al odontólogo.
¿Por qué se llaman muelas del juicio?

El particular nombre que reciben estas muelas, según se sabe, tiene que ver principalmente con la edad en la que aparecen, es decir, aproximadamente entre los 17 y 25 años.
Esta etapa, que marca una edad adulta, es percibida como un momento de mayor responsabilidad en una persona ya ha alcanzado cierta madurez y ya ha desarrollado o dispone de ‘juicio’, además de un mejor entendimiento de la vida y las circunstancias que lo rodean, por ello reciben estas piezas reciben dicho nombre.
¿Qué otros nombres reciben?
Aunque las conocemos comúnmente como muelas del juicio, estas problemáticas piezas dentales han sido nombradas con diferentes denominaciones. Una de ellas es el ‘diente de la sabiduría’, término que usaba el médico de la antigua grecia Hipócrates y que se usa en el idioma inglés como wisdom teeth.
También se le conoce como ‘diente del amor’ en el idioma coreano y ‘oyashirazu’ en japonés, ya que significa ‘desconocido para los padres’ y hace referencia al hecho de que, al momento de su aparición, los hijos ya se han independizado de sus padres.
¿Todas las personas tienen muelas del juicio?

Estas estructuras dentales tienen una funcionalidad poco clara en la actualidad. Se cree que en el pasado servían para mejorar la masticación de alimentos que eran mucho más duros que los que consumimos hoy en día. Asimismo, servían como un ‘repuesto’ en caso de la pérdidas de otras muelas, algo común considerando la falta de atención dental.
Por esta razón es normal que en estos tiempos muchas personas no tengan las cuatro muelas del juicio, ya que pueden tener tres, dos o de hecho ninguna.
Lo cierto es que el final de estas muelas en muchos casos suele ser la extracción, razón por la que padecer los efectos de su erupción suele ser el verdadero ‘juicio’ para muchos.



