A 40 años del discurso de Parque Norte de Raúl Alfonsín

El análisis completo de aquel histórico acto se aborda en el libro 'Raúl Alfonsín y los intelectuales', editado por la Universidad Nacional de Córdoba y EUDEBA

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El discurso de Parque Norte
El discurso de Parque Norte buscó fortalecer la identidad democrática y construir un Estado legítimo en la Argentina posdictadura

El pasado 1° de diciembre se cumplieron 40 años del discurso “Convocatoria para una convergencia democrática”, conocido como Parque Norte porque fue emitido en los salones de recreación de Parque Norte, en el barrio Núñez de la zona norte de la Capital Federal. Es una alocución que pronunció Raúl Alfonsín el 1° de diciembre de 1985 ante el plenario del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical.

¿Por qué Alfonsín pronuncia el discurso de Parque Norte en 1985? ¿Qué particularidades tenía el momento político de ese año? Alfonsín se apoyó en los logros iniciales que había obtenido en los primeros dos años de gobierno como el impulso de la política de Derechos Humanos, la victoria en el plebiscito sobre el Tratado de Paz y Amistad con Chile en el conflicto del Beagle, en los primeros resultados del Plan Austral y, sobre todo, en el triunfo de las elecciones de noviembre de 1985 para diputados nacionales. Su objetivo era jugar a fondo con un cambio estructural profundo, por lo que pretendía poner estos logros al servicio del cambio. El discurso de Parque Norte se pronuncia en el mejor momento del alfonsinismo, cuando el líder radical gozaba de una gran legitimidad y confianza para dirigirse al país como presidente del radicalismo y como presidente de la Nación.

Alfonsín tenía vínculos importantes con distintos intelectuales, por lo que el discurso no fue elaborado en el seno del partido. Algunos de esos intelectuales –como Juan Carlos Portantiero y Emilio de Ípola– son los mayores responsables de la redacción de Parque Norte. Con ellos también colaboraron Daniel Lutzky, Fabián Bosoer, entre otros. También hicieron sus aportes los intelectuales vinculados al Derecho o la Filosofía del Derecho como Carlos Santiago Nino y Gabriel Bouzat. Así lo recuerda Bouzat: “Alfonsín pasó un borrador del discurso a Nino para que lo revise, y nosotros le hicimos bastantes correcciones” (Bouzat, CP, 11 de septiembre de 2024).

El discurso se construyó desde 1984 en seminarios y debates y también en los viajes de Alfonsín. Así sucedió cuando el avión aterrizó en la provincia de Corrientes para dejar al gobernador José Antonio Romero Feris, después del encuentro de Alfonsín con José Sarney en Iguazú, en el que pusieron en marcha el Mercosur. Ricardo Campero cuenta que Alfonsín no permitió que el avión despegara hasta que se corrigió el discurso porque quería llegar a Buenos Aires con el texto terminado. Bosoer, que colaboró en la redacción final del discurso, cuenta que esta se completó la noche antes del 1° de diciembre.

El discurso de Parque Norte
El discurso de Parque Norte se pronunció en 1985, en el mejor momento político de Raúl Alfonsín y el radicalismo argentino. REUTERS/Stringer/Files

¿Qué significó el discurso de Parque Norte? Fue el intento de construir una identidad democrática fuerte y más amplia que la de un solo partido. La idea de construir un pensamiento democrático posdictadura no sólo para fortalecer las instituciones, sino también un Estado legítimo que trajera una mejor calidad de vida para sus habitantes.

La concepción política de Parque Norte afirma, además, su humanismo en una visión pluralista; por tanto, contraria a toda pretensión populista y hegemónica de la construcción política. De algún modo, hay una crítica a “aquella matriz populista [que se] tenía para la construcción de un Estado de Derecho y el afianzamiento de la vida republicana” (Aboy Carlés, en Lazzeretti y Suárez, 2015: 139). Esta crítica al populismo va dirigida, sin ninguna duda, al peronismo; pero también “a diversas fuerzas que, herederas del imaginario nacional popular, mantenían acríticamente este principio de inteligibilidad de la vida política argentina” (p. 139).

Otro elemento central del discurso fue lo que se llamó “el trípode alfonsinista”: participación política, ética de la solidaridad y modernización del Estado. La primera tenía que ver con avanzar en una democracia deliberativa, a partir de la cual la ciudadanía tuviera mayor protagonismo. La segunda, con que se llevaran adelante políticas públicas que mejoraran la calidad de vida de los más desventajados de la sociedad. La tercera, con hacer un Estado más eficiente y moderno, que estuviera al servicio de los individuos y conciliara, de una vez por todas, democracia y modernidad. Todos los avances de la ciencia y la técnica debían estar a favor de una mejor calidad de vida de los seres humanos concretos. De allí que Parque Norte es un discurso no sólo democrático, sino también humanista.

Todo ello fue analizado exhaustivamente en mi libro Raúl Alfonsín y los intelectuales. Una aproximación al liberalismo político desde Parque Norte, el cual cuenta con el prólogo de Martín Farrell y el estudio preliminar de Fabián Bosoer –ambos, intelectuales que acompañaron a Alfonsín–; y que ha sido editado por la editorial de la Universidad Nacional de Córdoba y la editorial EUDEBA de la Universidad de Buenos Aires.