
Todo el mundo habla de inteligencia artificial (IA), muchos opinan sobre sus efectos sobre la humanidad, casi todos usan ChatGPT y por lo tanto se cree que implementar IA es eso… pero, ¿realmente ahí termina todo o empieza todo?
Si sos un directivo de empresa, te sumergiste en el tema y estás abrumado por todo lo que ves venir de Inteligencia Artificial, Computación Cuántica y afines, te invito a que no te paralices sino que actúes. Este artículo te ayudará a ver un camino.
Realizamos una encuesta y enseguida te contaremos los resultados. Pero una cosa es clara: el camino por recorrer es larguísimo. Y conviene empezar ya. La semana que viene.
La IA es una avalancha que está por transformar radicalmente el escenario competitivo. Sin embargo, muchos aún no la han comprendido ni tomado las decisiones que su responsabilidad como líderes demanda. Y eso puede marcar la diferencia entre ser un ganador en esta nueva era o quedar rezagado.
El 65% cree que su equipo no es suficientemente consciente de la relevancia del tema
Las aplicaciones de la IA ya son asombrosas. Mi sobrino, por ejemplo, en minutos, ha creado películas de aventuras realistas sin necesidad de sets de filmación, solo con herramientas digitales. En medicina, la IA mejora diagnósticos; en minería, ayuda a descubrir nuevos recursos; en seguridad financiera, detecta fraudes; en transporte, reemplaza choferes en terrenos extremos o congestionados. En la industria, optimiza el uso de agua y fertilizantes en el campo, reduce desperdicios en la manufactura y permite prever con precisión la demanda, evitando excesos de stock. Aparecen decenas, si no cientos, de desarrolladores de aplicaciones, lo que complica entender las alternativas.
Al venirse tiempos en los que el bolsillo del consumidor estará más ajustado, la única solución para vender y sobrevivir y destacarse será ser revolucionariamente más eficiente que la competencia. Las tecnologías de gestión tendrán que llevarse al límite. Porque si no ajusto precio, no venderé y si ajusto sin bajar costos, mi rentabilidad puede desaparecer.
El empresariado argentino, ¿está preparado?
Para no opinar en el vacío, hicimos una encuesta cuyos resultados son reveladores. Te podrás ver identificado.
El 85% de los participantes fueron líderes, CEOs y sus reportes directos, con un 50% de pymes y un 50% de empresas de más de 100 personas. El 95% de los encuestados tiene más de 35 años.
Los hallazgos clave:
- Solo el 11% está muy familiarizado con la IA, mientras que el 56% tiene un conocimiento limitado o regular.
- El 50% ha dedicado menos de 8 horas en total a capacitarse en el tema hasta ahora.
- Sin embargo, el 86% considera que su empresa debería ser más activa en IA.
- El 65% cree que su equipo no es suficientemente consciente de la relevancia del tema.
- El 64% está insatisfecho con la cantidad de innovadores en su empresa.
- La cultura de innovación recibe un puntaje promedio de 6 sobre 10.
- Solo el 36% está decidido a acelerar la innovación este año.
¿Qué nos indica esto?
Hay conciencia de la necesidad de innovar, pero falta conocimiento suficiente como para liderar ese cambio y desarrollar la cultura necesaria para despegar en la dirección correcta.
Todos admiramos a ciertas empresas, pensemos qué cultura tienen. Veremos que transpiran cambio e innovación. No todos pueden ser como los nativos digitales, pero con seguridad pueden acercarse en varios aspectos.
Nuestra convicción es clara: el foco no debe estar sólo en la tecnología, sino en la cultura. Un clima que fomente el cambio y la innovación, junto con recursos ágiles y modernos, es clave para salir ganadores. De manera que no dependa de unos muy pocos la innovación sino que sea el resultado de una organización, de un equipo. Obviamente hay que contar con los recursos adecuados, pero sin una cultura que impulse la innovación, los talentos inquietos se irán. Y si hay intención de innovar, pero sin los recursos adecuados, los esfuerzos serán estériles.
¿Cómo empezar?
Como todo proceso cultural, el primer paso es trabajar con el equipo de liderazgo. Es crucial construir una visión compartida y establecer un conocimiento básico común.
Esto implica:
- Visualizar estratégicamente el futuro del mercado, la competencia y las amenazas.
- Definir comportamientos concretos que representen una cultura de innovación.
- Evaluar a los colaboradores para identificar a los pilares del cambio.
- Entender los alcances de la IA en la Industria de uno
- Generar pasos concretos para elegir aplicaciones prácticas y ejecutarlas.
Todo esto es altamente estratégico, pero no necesariamente complicado o costoso. De hecho, es un proceso relativamente rápido si se implementa con claridad y dirección.
Parafraseando a Ortega y Gasset: “Argentinos, a las cosas”. Y hoy, “las cosas” consisten en asegurarse de construir a un equipo directivo cohesivo, informado y visionario que sea un catalizador de la innovación y para que ésta ocurra, que genere un clima ganador, ágil y de adaptación a lo que se viene.
El autor es consultor especializado en búsquedas de altos ejecutivos y transformación cultural de las organizaciones
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