Mujeres en el comercio exterior: avanzar con preparación y convicción

La participación femenina en el comercio exterior crece, pero aún enfrenta barreras estructurales. La formación, la convicción y la igualdad real de oportunidades son claves para transformar el futuro del sector

Guardar
Lizbeth Flores es magíster en
Lizbeth Flores es magíster en supply chain management y licenciada en administración de negocios internacionales (Foto: Movant Connection)

Durante décadas, la logística y el comercio exterior en el Perú fueron espacios dominados casi exclusivamente por hombres. Sin embargo, ese paradigma está cambiando. Hoy vemos a más mujeres asumiendo posiciones estratégicas en empresas y organismos vinculados al sector, aunque su participación aún sigue siendo limitada.

En mis años de estudio de posgrado, por ejemplo, las mujeres representábamos menos del 10% del aula. Afortunadamente, con el tiempo se fueron derribando mitos y logramos mejores condiciones laborales gracias a una mayor conciencia sobre la igualdad de oportunidades.

Aun así, el desafío continúa. Según el Ranking PAR Latam 2020 elaborado por una compañía especializada en equidad de género en el ámbito corporativo, el 58% de las empresas que operan en el Perú cuentan con políticas de equidad, pero solo el 21,3% tiene a una mujer en el cargo de CEO.

Esto evidencia que el cambio cultural y estructural todavía tiene camino por recorrer. La clave está en la preparación y la disciplina: identificar el talento femenino desde etapas tempranas, fortalecer sus capacidades y acompañarlas en su desarrollo académico y profesional. Solo así podremos empoderar a más mujeres para que asuman roles de liderazgo.

Las cualidades que caracterizan a la mujer peruana —comunicación, intuición, organización, visión y adaptabilidad— se reflejan tanto en el ámbito laboral como en el personal. Muchas desempeñan con excelencia una doble jornada: lideran en sus hogares y también en sus lugares de trabajo. Ese equilibrio exige esfuerzo, pero demuestra una capacidad admirable para enfrentar y superar desafíos complejos.

El 58% de las empresas
El 58% de las empresas que operan en el Perú cuentan con políticas de equidad, pero solo el 21,3% tiene a una mujer en el cargo de CEO (Foto: Shutterstock)

Más oportunidades requieren más preparación

Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sobre los países de la Alianza del Pacífico revela que las empresarias aún necesitan mayor formación exportadora para impulsar sus envíos al exterior. Coincido plenamente. En el Perú hay oportunidades, recursos y talento femenino con enorme potencial.

Lo que falta son herramientas de formación y acompañamiento que faciliten la internacionalización de sus proyectos. El Estado tiene un papel crucial en esto: debe invertir en programas de gestión y desarrollo diseñados especialmente para mujeres emprendedoras con aspiraciones globales.

El crecimiento del comercio electrónico también abrió una puerta importante. Según una prestigiosa consultora internacional, el Perú encabeza el crecimiento del ecommerce en América Latina con un 87%. Este canal permitió que muchas mujeres encontrarán un espacio para emprender y posicionar sus marcas.

Pero para sostener ese impulso, es fundamental capacitarse, identificar el mercado objetivo y diseñar estrategias diferenciadas que no solo busquen vender un producto, sino ofrecer una solución. Además, generar sinergias con otras empresas y fortalecer las redes de contacto será clave para ampliar oportunidades en el corto y mediano plazo.

La infraestructura también se convierte en aliada del progreso. El Mega Puerto de Chancay, la ampliación del aeropuerto Jorge Chávez y del Puerto del Callao traerán nuevas oportunidades laborales en comercio exterior. Allí también debemos garantizar la participación femenina, porque las mujeres están preparadas para asumir roles estratégicos en este crecimiento económico sostenido.

El futuro de la logística peruana necesita más mujeres líderes. Para lograrlo, debemos fortalecer el sistema educativo, impulsar alianzas internacionales y promover la formación de habilidades duras y blandas que refuercen la seguridad y la convicción de las profesionales.

El Estado, las empresas y las instituciones educativas tienen la responsabilidad de derribar los mitos culturales que aún persisten y abrir paso a una nueva generación de mujeres líderes en comercio exterior.

El talento ya está ahí. Solo falta seguir creando las condiciones para que florezca.