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Martín Castro es director general
Martín Castro es director general para la región sur en una multinacional de electrodomésticos (Foto: Movant Connection)

Según Martín, la industria argentina de electrodomésticos necesita una logística internacional y nacional muy bien coordinada para asegurar la disponibilidad constante de productos”. En esta nota, explica el recorrido que estos productos realizan desde su punto de origen hasta el hogar de los consumidores.

¿Qué rol cumple el comercio internacional en la industria de los electrodomésticos?

El comercio internacional cumple un rol fundamental. La industria se abastece tanto de producción local como de productos e insumos importados. Es clave complementar lo que ofrece la industria nacional con lo que proviene del exterior para poder abastecer los distintos mercados de la región, como Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Chile. Esta combinación permite ofrecer productos que cubran las necesidades de los consumidores.

¿Cómo se gestiona el comercio exterior en simultáneo para distintos países de Sudamérica?

Cada país tiene diferencias culturales, políticas y económicas. El desafío es buscar un punto común que permita estandarizar procesos sin perder de vista las particularidades de cada geografía. En un entorno tan volátil, con regulaciones y contextos cambiantes, hay que adaptarse constantemente para atender a consumidores con necesidades muy distintas.

Hoy todo cambia muy rápido. La velocidad de transformación del consumidor es más acelerada que antes. Eso nos obliga a estar constantemente informados y contar con equipos que ayuden a anticipar escenarios posibles. Se trabaja con múltiples escenarios (A, B, C) porque la volatilidad es alta y hay que estar preparados.

Por otro lado, liderar equipos de trabajo en cada país es todo un desafío. Implica cercanía, visión clara, comunicación efectiva y trabajo colaborativo. Hay que integrar diferencias culturales, económicas y políticas bajo una misma dirección.

¿Cuál es la importancia de la logística en este proceso?

La logística cumple un papel central. La industria trabaja con un esquema mixto de abastecimiento: por un lado, importa insumos y productos terminados, y por otro, produce localmente. Esto implica una logística internacional y nacional muy bien coordinada para asegurar la disponibilidad constante de productos. La eficiencia logística es clave para sostener la competitividad.

¿Cómo impactó la apertura importadora reciente en el sector?

Hubo un cambio de paradigma. Entre enero y junio se importaron más de 1,5 millones de unidades en la categoría de línea blanca, lo que generó la aparición de nuevos productos y competidores. Esto impulsó a muchas empresas a expandirse hacia nuevas categorías. Fue un movimiento que obligó a combinar producción local con importaciones para seguir siendo competitivos.

Ese volumen de productos importados implica una fuerte carga operativa. Por ejemplo, si en cada contenedor entran entre 60 y 110 heladeras, estamos hablando de miles de contenedores movilizados. Esto demanda planificación en toda la cadena: desde la logística portuaria hasta la distribución interna. El abastecimiento se realiza por vía marítima y terrestre, dependiendo del origen, que puede ser China, Europa, Brasil o Colombia, entre otros.

¿Cómo ves la logística argentina en comparación con otros países de la región?

Hay mucho talento y capacidad operativa, pero aún existen oportunidades de mejora en los costos logísticos, aduaneros y portuarios. Estos inciden directamente en la competitividad regional. Hay que trabajar para que el costo final al consumidor sea más eficiente.

Una de las demandas más claras del consumidor es saber cuándo y en qué franja horaria recibirá su producto. Todavía hay margen para mejorar la experiencia post compra, achicando las franjas horarias de entrega y ofreciendo información en tiempo real. Existen herramientas para lograrlo, como entregas programadas y comunicaciones personalizadas.

¿Cuál es el impacto del entorno regulatorio en los costos de importación?

En Argentina, al comparar el costo FOB con el costo total de llegada, la carga tributaria, logística y operativa es alta respecto a otras geografías. Esto hace que, en muchos casos, el valor del producto importado se duplique. Todavía hay margen para hacer más eficiente esa cadena de valor.

Al analizar los niveles de
Al analizar los niveles de importaciones de electrodomésticos, Martín comenta que "si en cada contenedor entran entre 60 y 110 heladeras, estamos hablando de miles de contenedores movilizados" (Foto: Shutterstock)

¿Qué importancia tiene el propósito personal y profesional en ese liderazgo?

Cuando el propósito personal se alinea con el de la organización, se genera una comunión que potencia los resultados. En mi caso, siempre trabajé con foco en mejorar la calidad de vida de las personas, y valoro que ese objetivo esté presente también en las organizaciones en las que formé parte.

¿Qué expectativa tenés a futuro como líder en esta industria?

El gran desafío es amalgamar la experiencia y lo aprendido con las nuevas herramientas que exigen las nuevas generaciones. Hay que ser versátiles, rápidos, incorporar tecnología como la inteligencia artificial y entender qué necesita el consumidor, que está cambiando rápido y cada vez es más exigente.

¿Cómo ves el panorama industrial actual en Argentina?

La apertura de importaciones y los cambios en el marco regulatorio generaron un nuevo escenario. La industria busca competir de manera justa, pero es fundamental trabajar junto al Estado en temas como eficiencia energética y seguridad eléctrica. El control y la certificación deben estar presentes antes de que el producto entre al mercado, no después. Hay una oportunidad de trabajo conjunto entre sector público y privado para fortalecer el sector.