
El Estadio Akron de Guadalajara fue escenario de otra noche tensa para la Selección Mexicana que quedó marcada por el famoso grito homofóbico dirigido al arquero Raúl Rangel, entre otros jugadores, y una ola de desaprobación generalizada por parte de la afición tapatía durante el encuentro amistoso del Tri frente a su similar de Ecuador.
Si bien Jalisco será una de las tres sedes mundialistas de nuestro país, el ambiente se tornó especialmente hostil hacia el guardameta de Chivas, quien recibió el polémico grito durante uno de sus despejes, en lo que fue considerado un hecho inédito en el estadio.
El episodio ocurrió cerca del final del partido, cuando la frustración de los seguidores alcanzó su punto máximo tras una actuación que no cumplió con las expectativas. El grito, que tradicionalmente se ha dirigido al portero rival, sorprendió al ser lanzado contra el propio arquero del equipo dirigido por Javier Aguirre en respuesta a la indignación que ha generado en algunos sectores del público.

Aficionados tapatíos enojados con el equipo nacional
Esta reacción negativa no se limitó a Rangel, sino que se extendió al director técnico y a otros integrantes del equipo que no han mostrado un nivel digno de Copa del Mundo en los últimos años.
La inconformidad de la afición se manifestó también en abucheos dirigidos a varios jugadores. Julián Quiñones y César Huerta fueron objeto de desaprobación al abandonar el campo, mientras que Alexis Vega, exjugador del Guadalajara, recibió una recepción especialmente hostil al ingresar al terreno de juego. La tensión escaló cuando, en los minutos finales, los cánticos de “Fuera Aguirre” se propagaron por las gradas, exigiendo la salida del director técnico. El descontento se hizo sentir en todo el inmueble, evidenciando la ruptura entre la afición y el equipo nacional.

Este tipo de manifestaciones no son nuevas en el Estadio Akron, pero la intensidad y el blanco de los reclamos reflejan una molestia creciente entre los seguidores tapatíos. La afición no solo descargó su frustración contra el arquero y el entrenador, sino que extendió su desaprobación a otros jugadores, en una muestra de la presión que enfrenta la Selección Mexicana en su propio país.
Por primera vez, la presencia de la Selección Mexicana en Guadalajara coincidió con una exigencia tan contundente de la afición local para que se produzca un cambio en la dirección técnica, lo que marca un precedente en la relación entre el público tapatío y el combinado nacional.