
Luego de semanas de espera e incertidumbre, las Chivas Rayadas de Guadalajara han confirmado de manera oficial que Gabriel Milito será el nuevo director técnico de las para el siguiente semestre. No obstante, entre la comunidad rojiblanca ya se empiezan a preguntar sobre el perfil del estratega internacional y su filosofía de juego.
Nacido el 7 de septiembre de 1980 en Buenos Aires (44 años), Milito cuenta con un recorrido tanto como jugador, como entrenador que le ha dado un estilo propio. Como futbolista, fue un defensor central elegante y sólido, con pasos destacados en Independiente, Zaragoza y el FC Barcelona, resaltando el hecho de haber formado parte de aquella plantilla blaugrana que conquistó el “sextete” en 2009.

Trayectoria como palmarés
No obstante, su debut como entrenador llegó en 2013, en la cantera del Club Atlético Independiente, equipo al que también dirigió en Primera División. Posteriormente pasó por Estudiantes de La Plata, el club chileno O’Higgins, y tuvo un proceso notable en Argentinos Juniors, donde comenzó a forjar una identidad de juego clara: presión alta, posesión activa y defensas que juegan como creadores.
Su último club fue el Atlético Mineiro de Brasil, donde en 2024 levantó el Campeonato Mineiro y se quedó con el subcampeonato de la Copa Libertadores de ese mismo año tras caer ante el Botafogo (Brasil). Si bien, no consiguió el título continental, si catapultó su nombre como uno de los estrategas más atractivos del continente.

Milito no es un técnico de libretas rígidas ni de repliegues conservadores. Todo lo contrario: sus equipos son conocidos por ser agresivos con la pelota, por proponer desde el primer minuto y por mantener intensidad en recuperación.
Uno de los sellos tácticos más notables es cómo diseña las salidas desde el fondo. A diferencia del modelo tradicional, sus defensas tienen libertad para conducir el balón y romper líneas, generando superioridad desde atrás.
Además, le da prioridad a la presión tras pérdida: no espera a replegar, sino que busca asfixiar al rival rápidamente para recuperar y seguir atacando. Es una propuesta ambiciosa que exige mucho físicamente y mentalmente, pero que también emociona por su verticalidad.
Milito no solo trae discurso, también llega con cifras sólidas. En 306 partidos dirigidos, ha conseguido 127 triunfos, 84 empates y 95 derrotas, lo que le da una efectividad del 50.65%. Aunque puede parecer una cifra promedio, su verdadero valor está en cómo transforma a los equipos que toma.


