El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dio luz verde a los proyectos de intervención en dos de los edificios más emblematicos de Tampico, Tamaulipas: la Casa Gándara y el edificio principal de la Antigua Aduana.
La autorización de generó tras constatar que cumplen con los criterios técnicos de conservación, restauración y recuperación de bienes históricos.
La revisión de los proyectos estuvo a cargo de la Sección de Monumentos Históricos del Centro INAH Tamaulipas, que analizó minuciosamente cada propuesta para asegurar que las intervenciones respeten tanto la historicidad como la integridad de los espacios.
El objetivo es que cada acción se ajuste a las características originales de los inmuebles y a su evolución a lo largo del tiempo.
Restauran dos íconos históricos de Tampico tras aval del INAH
La Casa Gándara destaca en el paisaje urbano de Tampico por sus tres fachadas de ladrillos rojos y amarillos, así como por la presencia de mascarones de barro en su ornamentación, según explicó Cinthya de la Paz Apodaca, coordinadora de la intervención.

La fachada principal, situada en la intersección de las calles Cap. Emilio Carranza y Sor Juana Inés de la Cruz, presenta una forma en tríptico y cinco arcos, el menor de los cuales corresponde a la entrada, a la que se accede por una escalera monumental.
Estos elementos arquitectónicos se remontan a las primeras décadas del siglo XX, época en la que la familia Gándara habitó la casa.
Sin embargo, la historia del inmueble se extiende hasta la primera mitad del siglo XIX, coincidiendo con la fundación del puerto de Tampico.
El trámite presentado ante el Centro INAH Tamaulipas permitió confirmar estos orígenes, al documentarse la existencia de pisos, zapatas y muros de mampostería de mediados del siglo XIX, que forman parte de la estructura original.
El dictamen sobre el estado de conservación de la Casa Gándara revela que los daños se agravaron por el abandono y por intervenciones inadecuadas, como apuntalamientos realizados sin la autorización del INAH.
A pesar de ello, el inmueble no presenta riesgos estructurales.
Actualmente, la restauración se encuentra en marcha y abarca un área de cerca de 2,300 metros cuadrados, que incluye sótano, planta baja, azotea y fachadas. Las labores comprenden liberaciones, consolidaciones, reintegraciones e integraciones en las crujías de los dos niveles, así como en muros, pisos, techos, fachadas exteriores e interiores, cubiertas y elementos complementarios como carpinterías y herrerías.
Daños, intervenciones no autorizadas y la esperanza de recuperar edificio de la Ex Aduana
En el caso de la Ex Aduana Marítima, la arquitecta del Centro INAH Tamaulipas, Vanessa Rutiaga Vázquez, informó que el proyecto de restauración, presentado por la Administración del Sistema Portuario Nacional (Asipona) Tampico, propietaria del edificio, comenzó esta semana.
La intervención se centrará en el edificio principal, con una superficie de poco más de 2,000 metros cuadrados, y pondrá especial atención en los elementos decorativos: herrerías, carpinterías, pisos y fachadas de tabique aparente.
La historia de la Ex Aduana fue esclarecida gracias a una investigación realizada en 2006, que permitió establecer que la construcción del inmueble se llevó a cabo a finales del siglo XIX, por orden del entonces presidente Porfirio Díaz.
La edificación comenzó en 1896 bajo la responsabilidad del Ferrocarril Central Mexicano, y muchos de los materiales empleados, como la estructura de hierro fundido, ladrillos rojos, madera, granito y aplicaciones en bronce, fueron importados.
En el descanso de las escalinatas del edificio sobresalen dos cuadros del Escudo Nacional, elaborados con mosaicos venecianos y obsequiados por el gobierno italiano.


