
El hígado graso, conocido médicamente como esteatosis hepática, es una condición caracterizada por la acumulación excesiva de grasa en las células del hígado que puede presentarse en personas con o sin consumo de alcohol.
Esta acumulación de grasa puede inflamarse y, con el tiempo, evolucionar hacia problemas más graves como hepatitis, fibrosis, cirrosis o insuficiencia hepática si no se adoptan medidas preventivas o tratamientos adecuados.
El control del hígado graso implica cambios en el estilo de vida, como una alimentación saludable, actividad física regular, reducción del consumo de alcohol y el control de enfermedades metabólicas asociadas.
Además de los factores anteriores es importante mencionar que existen nutrientes que pueden tener un impacto particularmente positivo cuando se trata de combartir esta condición, tal como lo es el incrementeo del magnesio en la dieta.

Por qué el magnesio es un mineral clave en el combate del hígado graso
Aunque muchas personas no lo saben, el magnesio es mineral clave para combatir el hígado graso pues diversas investigaciones científicas vinculan niveles adecuados de magnesio con un menor riesgo de esteatosis hepática.
Lo anterior se debe a que este mineral participa en la regulación del metabolismo de la glucosa y los lípidos, mejora la sensibilidad a la insulina y contribuye a reducir la inflamación, factores que inciden en la acumulación de grasa en el hígado.
Entre las fuentes recomendadas de magnesio, que puedes consumir para contribuir a dismiuir el porcentaje de grasa en el hígado se encuentran las siguientes:
- Verduras de hoja verde: espinaca, acelga, kale.
- Frutos secos: almendras, nueces, pistachos.
- Legumbres: lentejas, garbanzos, porotos.
- Semillas: calabaza, lino, sésamo.
- Cereales integrales: avena, arroz integral, quinoa.
Cómo consumir magnesio para obtener sus beneficios
- Alimentación variada: integrar las fuentes mencionadas en la dieta diaria, distribuidas en las comidas principales.
- Evitar excesos de ultraprocesados: priorizar alimentos frescos y naturales.
- Suplementos: sólo bajo indicación y control médico, en casos de déficit comprobado.
- Hidratación adecuada: el magnesio también se encuentra en algunas aguas minerales.

Es importante mencionar que si bien el magnesio puede favorecer la reducción del porcentaje de grasa en el hígado, la mejoría requiere un abordaje integral.
Se recomienda combinar el consumo adecuado de este mineral con una dieta balanceada, ejercicio regular y reducción de alcohol y azúcares simples.
Ante síntomas o diagnóstico de hígado graso, resulta clave consultar a un profesional de la salud antes de iniciar suplementos o cambios dietéticos importantes.
Recuerda que la mayoría de los casos de hígado graso se detectan mediante análisis de sangre, ecografías o estudios de imágenes abdominales, ya que suele cursar sin síntomas evidentes en las etapas iniciales.

