
El Servicio Sismológico Nacional (SSN) reportó un sismo de 4.3 de magnitud en el municipio de Arriaga ubicado en Chiapas.
Durante el 23 de noviembre de 2025, el Servicio Sismológico Nacional reportó al menos 35 sismos en diferentes regiones del país.
El evento de mayor magnitud registrado alcanzó 4.3 grados, localizado 31 kilómetros al oeste de Arriaga, Chiapas, con una profundidad de 99 kilómetros.
Otros sismos notables superaron magnitudes de 3.8 y ocurrieron al sur de Tecpan, Guerrero, y al noreste de Vicente Guerrero, Baja California, con profundidades menores a 12 kilómetros.
Los estados con más actividad sísmica durante la jornada incluyeron Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Baja California Sur y Zacatecas.
Varias de las réplicas en Chiapas y Oaxaca se produjeron a profundidades intermedias y altas, mientras que los movimientos en Zacatecas y Baja California se registraron cerca de la superficie, con algunos casos inferiores a 3 kilómetros.
Las magnitudes de los sismos oscilaron principalmente entre 1.3 y 4.3, predominando los movimientos menores a 4 grados, lo que corresponde a eventos sísmicos que en su mayoría no generan daños ni son percibidos ampliamente por la población. Las ubicaciones de los epicentros muestran una distribución geográfica consistente con la actividad sísmica característica de México, particularmente en el sur y suroeste del territorio.
El Servicio Sismológico Nacional (SSN) reportó un sismo de magnitud 4.3 al Oeste de Arriaga, Chapas.
El movimiento telúrico ocurrió la tarde de este domingo, según lo comunicado por la dependencia.

El Sismológico Nacional reportó varios sismos de baja y moderada magnitud registrados durante las primeras horas del 23 de noviembre de 2025 en distintas regiones de México.

Los sismos reportados tuvieron magnitudes que van de 1.5 a 4.1, lo que significa que la gran mayoría fueron leves y en muchos casos no son percibidos por la población o causan daños. Los eventos más fuertes, como el de 4.1 en Oaxaca y 3.7 en Arriaga (Chiapas), pueden sentirse en áreas cercanas pero normalmente no representan peligro.
En palabras simples, estos movimientos son comunes en México debido a la actividad tectónica del país. Las profundidades marcaron diferencias: mientras algunos temblores ocurrieron muy cerca de la superficie (lo que podría hacerlos más perceptibles), otros se originaron más lejos debajo de la tierra, lo que suele disminuir su impacto en la superficie.
El reporte ayuda a monitorear la actividad sísmica y sirve como base para alertar a las autoridades y la población en caso de movimientos más fuertes. La mayoría de los sismos informados corresponden a magnitudes y profundidades donde no se esperan daños graves, pero es importante mantener la vigilancia y seguir indicaciones oficiales en caso de presentarse eventos de mayor magnitud.
Ante un sismo, es fundamental mantener la calma y actuar con precaución. Si estás en un edificio, no corras ni uses elevadores; ubícate en una zona de seguridad interna, como bajo un marco de puerta, junto a muros de carga o columnas. Aléjate de ventanas, espejos y objetos que puedan caer.
Si estás en la calle, evita postes, cables y fachadas. Una vez que termine el movimiento, corta el gas y la electricidad, revisa posibles daños y sigue las indicaciones de Protección Civil. Prepara una mochila de emergencia y participa en simulacros regularmente.




