
La detención de E.V.J., comandante de la policía municipal de Santa María Atzompa, en Oaxaca, marca un nuevo episodio en la lucha contra la violencia sexual en el estado luego de que la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) ejecutara una orden de aprehensión por el delito de violación agravada en perjuicio de una adolescente.
Según el expediente penal, el primer ataque ocurrió el uno de septiembre de 2025, cuando la víctima, cuya identidad permanece reservada por disposición legal, se encontraba dentro de un establecimiento en la colonia Niños Héroes de Santa María Atzompa, en la zona metropolitana de Oaxaca. Las investigaciones detallan que el agresor ingresó al lugar, utilizó un arma de fuego para amenazar a la adolescente y evitar que pidiera auxilio, y posteriormente la agredió sexualmente.
El dos de septiembre, la joven volvió a encontrarse en el mismo establecimiento. En esa ocasión, al advertir la presencia del agresor, intentó ocultarse en la parte trasera del local, pero fue nuevamente atacada de manera sexual.
La Fiscalía Especializada en Justicia para Niñas, Niños y Adolescentes de Oaxaca tomó conocimiento de los hechos y realizó las diligencias ministeriales que permitieron obtener la orden de aprehensión contra el comandante policial.
El trece de noviembre de 2025, agentes de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) desplegaron un operativo para cumplir el mandato judicial, logrando la detención de E.V.J. El imputado fue trasladado al Ministerio Público, donde se le practicó la certificación médica y se iniciaron los trámites para ponerlo a disposición de la autoridad judicial, que determinará su situación jurídica.
Finalmente, la Fiscalía de Oaxaca reiteró su compromiso de priorizar las investigaciones de delitos cometidos contra mujeres, niñas y adolescentes, con el objetivo de evitar la impunidad y garantizar a las víctimas un acceso pleno e integral a la justicia.
En otros hechos, tras el asesinato de la menor Noelia Daylen, el órgano judicial anunció la intensificación del denominado Operativo Sable, que contempla la movilización de más de quinientos elementos de fuerzas federales y estatales en el Istmo de Tehuantepec. La estrategia, según informó la Fiscalía de Oaxaca, se apoya en la colaboración de la Secretaría de Marina, la Secretaría de la Defensa Nacional, la Guardia Nacional, la Policía Estatal y la Agencia Estatal de Investigaciones. El Centro de Control, Comando, Comunicaciones, Cómputo y Coordinación (C5) desempeña un papel central al aportar inteligencia criminal, lo que permite orientar tanto las acciones tácticas como las preventivas en el terreno.

Entre las medidas adoptadas destacan los patrullajes permanentes en puntos estratégicos de Juchitán, la instalación de filtros de seguridad en avenidas principales, accesos y cruceros, así como la ejecución de operativos de revisión integral al transporte público, que abarca taxis, mototaxis y servicios urbanos y suburbanos. Estas acciones buscan ejercer un control efectivo sobre los principales puntos de movilidad y acceso en la localidad, con el objetivo de contener la incidencia delictiva.


