Antes de las protestas de la Generación Z existió el movimiento #YoSoy132: diferencias y coincidencias

Se tiene programada una marcha de la Gen Z en la CDMX

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Tras el asesinato de Carlos
Tras el asesinato de Carlos Manzo, la población se manifestó en Michoacán. (Jesús Avilés /Infobae México)

Antes del descontento por temas sociales y políticos de la Generación Z (Gen Z), existió un precedente relativamente reciente en 2012 con el movimiento #YoSoy132 ya que ambos suelen mencionarse en conversaciones sobre activismo juvenil; sin embargo, ambos conceptos representan fenómenos muy distintos en origen, alcance y motivaciones.

Mientras uno es un grupo demográfico con características culturales propias, el otro fue un movimiento social estudiantil coyuntural que irrumpió en un momento clave del país.

La Generación Z —jóvenes nacidos aproximadamente entre 1997 y 2012— es la primera completamente digital. Crecieron con redes sociales, hiperconectividad y un acceso inmediato a la información que moldeó su forma de consumir noticias, relacionarse y participar en causas sociales.

Miles de ciudadanos vestidos de blanco marchan por las principales avenidas para demandar paz ante la ola de violencia que vive el municipio Crédito: Especial

Su activismo surgió hace unos días contra los distintos niveles de gobierno ante el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo el pasado 2 de noviembre.

Para esta generación, la tecnología no es una herramienta adicional; es el espacio natural donde se organiza, se expresa y disputa sentido público.

La primera gran movilización se dio el pasado 8 de noviembre, donde buscaron visibilizar demandas de seguridad, justicia, rendición de cuentas y resultados por el caso Manzo.

Ante la gran respuesta ciudadana, los organizadores hicieron el llamado para realizar una manifestación nacional para llamar la atención sobre los nulos resultados en seguridad pero de forma pacífica.

Movimiento #Yosoy132

El movimiento #yosoy132 nace a
El movimiento #yosoy132 nace a raíz de la visita del entonces candidato del PRI a la presidencia en 2012, Enrique Peña Nieto a la Universidad Iberoamericana (Cuartoscuro)

Por su parte, #YoSoy132 fue un movimiento estudiantil surgido en 2012 durante la campaña presidencial. Su detonante fue la protesta de alumnos de la Universidad Iberoamericana contra Enrique Peña Nieto y la respuesta mediática que intentó descalificarlos de que no eran más de 132 alumnos.

El movimiento repuntó al defender la democratización de los medios, la transparencia electoral y la libertad de expresión. A diferencia de la Generación Z, #YoSoy132 tuvo un objetivo político concreto y un tiempo de vida definido: nació como una reacción inmediata a un contexto electoral y se diluyó tras la elección.

En términos organizativos, aunque ambos fenómenos utilizan redes sociales, #YoSoy132 combinó con fuerza las asambleas presenciales, marchas masivas y articulación entre universidades, como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN), entre muchos otros.

#Yosoy132 (especial)
#Yosoy132 (especial)

Otra diferencia clave es su identidad. #YoSoy132 fue un movimiento, no una generación: sus participantes provenían principalmente de universidades privadas y públicas urbanas. De hecho de ahí saltaron Antonio Attolini Murra y Genaro Lozano, ambos voceros, uno del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y después apoyó a la Cuarta Transformación, que se convirtió en diputado local en Coahuila.

El segundo del movimiento y luego trabajó en Televisa, como analista, hasta llegar como Embajador de México en Italia, como propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum.

La Generación Z, en cambio, abarca un espectro social más amplio, con realidades económicas, educativas y de seguridad muy diversas, donde algunos señalan que detrás del movimiento está la oposición de la derecha.

Aunque separados por tiempo y naturaleza, ambos representan una constante: la fuerza de las y los jóvenes para cuestionar las narrativas oficiales, exigir cambios y utilizar las tecnologías disponibles para influir en el debate público.