
La frontera norte se ha vestido de gala con el arranque del primer Festival de Cine de Tijuana, un acontecimiento que trasciende lo meramente cultural para posicionarse como una apuesta estratégica de la ciudad por consolidar su lugar como polo de talento, creatividad y desarrollo en la industria fílmica nacional e internacional.
Desde el 7 hasta el 9 de noviembre, la ciudad celebra este histórico encuentro, que según la secretaria de Cultura local, Illia Haro, busca ser “un espacio para sembrar, profesionalizar, procurar un mejor entendimiento de la industria creativa con el desarrollo económico de la región y, sobre todo, una plataforma que posicione a Tijuana como esta esquina del país con este gran potencial no solamente binacional en la mega región, sino también a nivel internacional”.
Esta edición inaugural ya representa una inversión de 10 millones de pesos y el respaldo de instituciones, realizadores y una comunidad artística ávida de visibilidad. Más allá del impulso económico (tan solo en los últimos años la ciudad ha albergado 132 producciones que han dejado más de ocho millones de dólares), el festival es una invitación abierta para que jóvenes cineastas encuentren motivación, mentores y ejemplos cercanos sin necesidad de migrar a las capitales tradicionales del cine.
Testimonios y voces que marcan el festival

La secretaria Haro enfatiza que el objetivo es “inspirar a las nuevas generaciones”, mostrando ejemplos como el del tijuanense David Pablos, director de En el camino, reconocido recientemente en festivales de Venecia y Morelia. Para ella, traer al realizador de vuelta para abrir el festival es demostrar que “uno nunca sabe cuándo va a regresar a casa: piensas que ya no volverás y, cuando vuelves, te quedas más enamorado y más a gusto; ahora lo entiendes mejor”.
Pablos, en su visita, reflexionó sobre la velocidad y voracidad impuesta por las plataformas digitales, donde la creación de contenidos tiende a favorecer lo pasajero sobre lo profundo. “Vivimos un tiempo interesante porque hay un exceso de contenidos, es un ritmo muy vertiginoso en cuanto a qué se ve y cómo se ve, algo en lo que yo he reflexionado mucho es cómo hacer algo que perdure”. Animó a los presentes a “hacer cosas arriesgadas, decisiones inesperadas. El seguir fórmulas o tendencias es una manera de sepultarte creativamente”, y defendió la originalidad como camino de resistencia frente al mar de uniformidad en el que muchas películas parecen perderse.
En una ciudad acostumbrada a los flujos migratorios, los cruces de frontera y las oportunidades inesperadas, la programación y la estrategia de fechas del festival están pensadas para aprovechar ese carácter binacional. “Estamos pensando acercarlo más a la fecha de Morelia y ver posibilidades de conectar talento de otras partes del mundo, para que se mueva de manera estratégica y también llegue a Tijuana”, explicó Haro.
Proyecciones y sección oficial: cine nacional e internacional

El festival ofrece una selección diversa que abarca títulos nacionales e internacionales laureados en los festivales más prestigiosos. Entre los largometrajes destacan obras proyectadas en Toronto, FIDMarseille, Berlín, Venecia, Sundance y Morelia:
- Peter Hujar’s Day (Dir. Ira Sachs)
- Hiedra (Dir. Ana Cristina Barragán)
- En el camino (Dir. David Pablos)
- Cobre (Dir. Nicolás Pereda)
- Llamarse Olimpia (Dir. Indira Cato)
- Olmo (Dir. Fernando Eimbcke)
- What Does That Nature Say To You (Dir. Hong Sang-soo)
- Vainilla (Dir. Mayra Hermosillo)
- La piedra roja (Dir. Jaime Jasso)
Además, la competencia universitaria de cortometrajes incluye trabajos como Estamos al límite (Nemoani Acevedo), Tal vez mañana (Axel Verdugo y Camila Jiménez), Viajeros ocultos (Eduardo Ortiz), Creo que soñé con mi madre (Ángel Herrera), entre otros, provenientes de universidades como la UNAM, la Ibero de Tijuana y la Universidad Autónoma de Baja California.
La premiación a la mejor obra universitaria será el domingo 9 de noviembre, en la última jornada del encuentro.
Invitados, actividades y apuesta al futuro

Además de David Pablos, el festival recibe a destacadas figuras del medio como Ximena Amann, Silverio Palacios, Juan Carlos Ayvar, Juan Mora Catlett, Martha Sosa, Jaime Jasso y Adrián Durazo, quienes participan como jurado, conferencistas o en actividades paralelas.
La agenda incluye ocho conversatorios, tres clases magistrales, ocho charlas de café, cuatro sesiones de preguntas y respuestas, una exposición audiovisual en la Galería del Centro Cultural Playas de Tijuana y sedes itinerantes en cafés locales y la Casa de la Cultura. El programa Cine Talents seleccionó a 16 jóvenes de Baja California que participarán en talleres prácticos sobre iluminación, proceso creativo y mentorías con profesionales de la industria. También se desarrolla el reto Recortos 48, un rally de cortometrajes filmados en solo 48 horas, cuyos ganadores se conocerán en la premiación final.
Por su parte, la plataforma Norte lanzada en colaboración con la Subsecretaría de Industrias Creativas, busca identificar y apoyar proyectos cinematográficos emergentes para alentar la producción y exhibición de nuevos talentos del norte del país.
Proyección internacional y continuidad

Si bien la primera edición aún no concluye, la organización ya planea una segunda edición para 2026, afinando fechas para potenciar el intercambio con otros festivales como Morelia o Los Cabos. En palabras de Haro: “Sabemos que invertir en cultura es invertir en el futuro de Tijuana”.
La apuesta por el cine y el talento local, la invitación a la experimentación y la articulación de festivales con grandes nombres y nuevos creadores hace pensar que Tijuana está lista para convertirse en una parada obligada de la cinematografía latinoamericana.


