
El Gobierno de México rechazó de manera categórica la decisión del Congreso de Perú de declarar “persona non grata” a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, al considerar que dicha medida se basa en argumentos infundados y desconoce los principios diplomáticos que rigen la relación entre ambos países.
A través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), México negó haber intervenido en los asuntos internos peruanos y sostuvo que sus acciones se han apegado estrictamente al derecho internacional.
En un comunicado, la cancillería subrayó que la declaración aprobada por el Parlamento peruano carece de fundamento, ya que México ha actuado con respeto a los principios de no intervención y autodeterminación de los pueblos.

Recordó que la concesión de asilo político a la ex primera ministra Betssy Betzabet Chávez fue otorgada conforme a los acuerdos internacionales suscritos por ambas naciones, los cuales reconocen el asilo como un acto humanitario.
La SRE remarcó que la Asamblea General de la ONU ha establecido que el asilo no puede interpretarse como una acción hostil, sino como una figura de protección para personas perseguidas por motivos políticos.
Por ello, insistió en que el asilo otorgado a Chávez no representa una violación a la soberanía peruana ni un intento de intervención, como han señalado autoridades y legisladores de ese país.
La tensión diplomática entre México y Perú se intensificó luego de que el Congreso peruano responsabilizó al gobierno mexicano de injerencia, especialmente tras las declaraciones de la presidenta Sheinbaum en apoyo al expresidente Pedro Castillo, quien fue destituido en diciembre de 2022.

La mandataria mexicana ha reiterado que la salida de Castillo fue resultado de un “golpe de Estado” y ha exigido que se le garantice un juicio justo.
Durante una conferencia realizada el 10 de octubre, Sheinbaum reafirmó su respaldo al exmandatario peruano y lamentó la ruptura de relaciones diplomáticas anunciada por Lima.
Aseguró que México siempre ha privilegiado el diálogo y la solución pacífica de los conflictos internacionales.
“Nosotros siempre estuvimos dispuestos al diálogo”, declaró, al tiempo que calificó la decisión peruana como una medida extrema que afecta directamente a la población de ambos países.
Ecuador y México rompen relación
La presidenta también recordó que la última ruptura diplomática registrada por México ocurrió con Ecuador, tras la irrupción de policías ecuatorianos en la embajada mexicana en Quito, lo que consideró un hecho totalmente distinto al caso peruano, ya que en este último se trata de un desacuerdo político derivado de la destitución de Castillo.

Por su parte, el gobierno peruano argumentó que la ruptura es consecuencia del asilo concedido a Betssy Chávez, a quien México considera una perseguida política.
No obstante, la cancillería mexicana calificó la decisión de Lima como “unilateral, excesiva y desproporcionada”, reiterando que el otorgamiento de asilo es un acto legítimo y conforme a la ley internacional.
México sostuvo que, pese al clima de tensión, mantiene firme su compromiso con la diplomacia, la defensa de los derechos humanos y la protección de personas perseguidas por motivos políticos, principios que —recalcó— han guiado históricamente su política exterior.


