
Sergio Goyri volvió a acaparar titulares tras confesar el verdadero motivo por el que aún no ha llegado al altar con su prometida, Lupita Arreola, con quien mantiene una relación desde hace casi siete años. Aunque la pareja ha hablado públicamente de su compromiso, sus declaraciones recientes revelan que el sueño de boda aún enfrenta varios obstáculos.
Una boda en pausa
El actor, de 66 años, explicó a Multimedios que la boda se ha pospuesto por motivos económicos, ya que su pareja desea una celebración majestuosa. “Primero tengo que trabajar como un verdadero burro para poder darle siquiera un 10% de la fiesta que ella quiere”, comentó entre risas. Arreola, empresaria inmobiliaria de 47 años, ha reiterado que no quiere “cualquier boda”, sino una que “valga la pena”,.
Además del alto costo, la pareja mantiene posturas opuestas sobre el régimen matrimonial. Mientras Goyri prefiere casarse por bienes mancomunados, su prometida ha dejado claro que optará por bienes separados: “Yo tengo mis empresas, diseño ropa, joyas, muebles, y todo lo que tengo es fruto de mi trabajo”
El actor no dudó en bromear sobre la situación: “Cuando no hay, dicen que te tienes que mochar, y cuando hay, lo mandan a uno a la goma”, dijo en declaraciones consignadas por TVNotas. Las declaraciones, lejos de pasar desapercibidas, generaron opiniones divididas en redes sociales, donde algunos usuarios aplaudieron la independencia de Arreola, mientras otros interpretaron los comentarios de Goyri como una crítica a la autonomía económica femenina.

Prometida establece una fecha límite
La empresaria, quien sueña con casarse en el Castillo de Chapultepec, ha puesto una fecha límite para cumplir su anhelo: el año 2026. “Si no se da, buscaré un casting para alguien que sí realmente quiera casarse”, dijo entre risas, reafirmando su postura.
Pese a las diferencias, la pareja mantiene una relación sólida y asegura que el amor no está en duda. “Nos queremos mucho, pero cada quien tiene sus formas”, expresó el protagonista de Soy tu dueña.
Con estas declaraciones, Goyri vuelve a demostrar su estilo frontal, mientras su relación con Lupita Arreola se convierte en tema de conversación por el choque entre el romanticismo clásico y la independencia moderna.



